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Huelva

Mágica, no, lo siguiente

Impresionante musicalidad y juego de voces simplemente bellísimo de la comparsa de Isla Cristina 'La isla mágica'

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  • La isla mágica -

Los rebujitos

Colección de frutos secos que llegan de Cartaya debutando en las tablas del Gran Teatro, y que en la presentación muestran desparpajo y una simpática propuesta agradecida con aplausos por la parroquia onubense. Pasodobles algo lentos en lo musical y poco, o nada, adaptados al tipo. El primero, para Ruth y José, el segundo, para los embargos que atenazan a miles de familias. En los cuplés, "Si viene una morena, nos peleamos pa' que nos coma", estribillo con el que refrendan sus cuplés cantados sin riesgos, pero bien defendidos. Simpático popurrí, en el que, ahora sí, adaptan su temática al tipo. Digno debut de esta chirigota en el Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino.

La isla mágica

Impresionante. Vaya color de voces la de la esta comparsa isleña. Fantasía de tipo y de representación en una presentación que sirve de piropo a la isla mágica de La Higuerita. En el primer pasodoble hacen una crítica directa y tremendamente bien cantada sobre el Gobierno y la difícil situación que atraviesa el país. En el segundo, poesía bien medida para piropear a Isla Cristina de la que se beben "hasta su última gota de agua salá". En los cuplés, más allá de la temática (es lo de menos), vello de punta con el juego de voces y la musicalidad del estribillo. Mágico. El compendio de ritmazo del popurrí, perfecto colofón para una actuación casi perfecta. Mágica, no, lo siguiente, Comparsón.

Me lo paso del carajo con lo que llevo debajo

Surferos desenfadados que llegan desde Ayamonte, y que en la presentación van soltando poca vergüenza chirigotera, navegando con soltura por las tablas. Original música de pasodobles. El primero, ataque directo a José Bretón, diablo, cuanto menos. En el segundo, bello homenaje a la presencia activa de Ayamonte en el Carnaval Colombino. Cuplés. Primero, para la nueva movida nocturna de Ayamonte. Segundo, hacen una comparación entre la caída de un carnavalero ayamontino al recoger un premio y la del rey. Temas, quizás, demasiado localistas en estos cuplés. En el popurrí, se divierten ellos más que el público. Eso sí, lo dan todo y entran bien en todos los giros musicales de cuarteta. Divertidos. Sin más.

Un caballero loco

"Búscame donde la luna se desnuda pa' bañarse". Bellísima presentación de estos quijotes de Punta Umbría con Carnaval de nombre y apellidos. Empiezan fuerte. El soniquete clásico de sus estilo sumado a la prodigiosa pluma de Enrique Orta hacen grande a esta comparsa. En el primer pasodoble, bellísimo piropo al Carnaval y las tradiciones de la provincia. Qué bien escrito y qué bien cantado. La sencillez hecha virtud. En el segundo, a la yugular de Mariano Rajoy con una misiva cargada de sentido poético y responsabilidad ciudadana. Chapó, La famosa masturbación de Olvido, primer cuplé. El estribillo, corto ( de los que gustan) , relajante, bello. "Paren el mundo, señores, que yo me quiero bajar". Pura poesía en el popurrí. Grandes las letras. Grande la representación. La comparsa más relajante de las hasta ahora vistas y oídas en esta edición del concurso.

Nos cabe la duda (Los escamaos)

Con un niño negro de la mano, como para no estar escamao. Juan Luis Núñez del Cubillo e hijo se presentan con uuna propuesta original y altamente chirigotera. En los pasodobles, homenaje a las agrupaciones que no fallan al Carnaval Colombino, con especial piropo a los grupos de Huelva capital. El Banco de Alimentos, el de esperma, el banco de la calle, el que sirve de dormitorio... buena letra, para el segundo. A Belén Estebán la ha operado la que restauró el Ecce Homo. Buen cuplé. Las dimensiones extraordinarias de la picha del niño, para el segundo cuplé. Buen estribillo, con las virtudes del padre y la madre. Vienen bien. Popurrí perfectamente adaptado al tipo, y con grandes puntos sobre la aventura que supone que el niño, siendo tú blanco, te salga negro. Qué de pamplinas. Gran idea. Olé.

Los invisibles

Artistas callejeros que llegan de Ubrique y que en la presentación, con algún patinazo que otro, dan el zapatazo oportuno en las tablas para dar la bienvenida a su presencia en el Gran Teatro. "Quién va rescatarme a mí?" se preguntan en el primer pasodoble, bien defendido, aunque algo descoordinados en voces. Un poco larga la métrica de los pasodobles. "No es que yo sea un invisible, mas bien es que tú estás ciego", estribillo con el que refrendan dos simpáticos cuplés. En el popurrí, cantan con más seguridad que en el resto de la representación. Paseo por las miserias de los callejeros. Bien. Con el tipo. Gracias por venir.

 

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