En relación con la Alianza Atlántica, Lavrov señaló en rueda de prensa que “lo más importante es que las relaciones entre Rusia y la OTAN vuelvan a su cauce normal”, del que se desviaron tras el conflicto de agosto del año pasado entre Rusia y Georgia.
“Es necesario reparar las relaciones y estamos dispuestos a ello, pero sólo se pueden normalizar si se regresa a las fuentes, a aquellos principios que fueron establecidos tanto en el acta fundamental entre Rusia y la OTAN y en los documentos que dieron vida al Consejo Rusia-OTAN”, subrayó.
Por otra parte, subrayó que Rusia está dispuesta a cooperar estrechamente con la Alianza Atlántica y en particular con Estados Unidos para normalizar la situación en Afganistán.
“El tránsito de cargas no militares ya ha sido establecido en el marco de nuestros acuerdos con la OTAN” para que las fuerzas internacionales reciban las cargas necesarias para garantizar la seguridad, declaró, al tiempo que agregó que “también son posibles medidas adicionales”.
En cuanto a Oriente Medio, Lavrov indicó que Rusia y la Unión Europea defienden posturas “prácticamente idénticas” y agregó que el trabajo de ambas partes en el Cuarteto avanza de forma consensuada.
Por otra parte, afirmó que Rusia desplegará cohetes Iskander en Kaliningrado “sólo en el caso” de que EEUU instale físicamente elementos de su escudo antimisiles en Europa.
Según Lavrov, el despliegue del sistema de defensa antimisiles estadounidense no fue abordado en las consultas de ayer, sino que simplemente fue mencionado “entre los problemas que surgen en el ámbito de la seguridad europea”.