La Guardia Civil ha detenido a dos hombres tras constatar las condiciones abusivas e infrahumanas en las que tenían a un grupo de temporeras marroquíes que trabajaban en una finca de Palos de la Frontera, a una de las cuales llegaron a cobrar por facilitarle el empleo.
Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, a los detenidos, de nacionalidad española, se les ha imputado un delito contra los derechos de los trabajadores, otro contra la salud pública y otro de estafa.
La investigación que ha permitido la detención de estas dos personas se originó tras la denuncia de cuatro mujeres de nacionalidad marroquí quienes manifestaron ante los agentes las condiciones infrahumanas en las que vivían en dicha finca.
Ante la denuncia, los agentes del grupo especializado en el tratamiento a inmigrantes, iniciaron una serie de indagaciones para verificar las circunstancias de estas trabajadoras.
Para ello, contaron con la colaboración del Seprona, que se desplazó hasta la finca y cuyos agentes realizaron una minuciosa inspección ocular.
La Guardia Civil confirmó que el agua presuntamente potable del interior de la vivienda era conducida a través de una goma que directamente atravesaba las aguas fecales y que éstas eran vertidas en los cultivos de fresas de la finca.
Un inspector de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía colaboró en la extracción de muestras de estos residuos.
Los investigadores confirmaron también que una de las mujeres inmigrantes se había visto en la obligación de realizar un pago de 1.500 euros a los ahora detenidos para ser contratada y que pudiera regularizar su situación en España.