Maribel Aguilera Jiménez era elegida recientemente nueva hermana mayor de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Estrella. Nacida en 1989, su espíritu cofrade vienes de lejos. Hoy la conocemos más de cerca.
Maribel, te estrenas como hermana mayor de la Cofradía de la Borriquilla, pero tu trayectoria dentro de la misma es muy dilatada, ¿de dónde arranca tu vinculación cofrade?
-Ya de pequeña tenía vinculación con la cofradía, solía salir todos los años vestida de hebrea los Domingos de Ramos. Sin embargo, a raíz de la elección de mi hermano Javier como Hermano Mayor en 2005 entre a formar parte de la junta directiva, participando desde entonces de forma más activa en las actividades de la cofradía.
¿Piensas que, en general, hay relevo dentro de las cofradías alcalaínas?
-En general, creo que si se está produciendo un relevo, a mi entender, necesario en las cofradías alcalaínas. No cabe duda del buen hacer de la generación que hasta ahora ha llevado las riendas de la Semana Santa de Alcalá, pero siempre viene bien una inyección de gente nueva con ilusión y energías renovadas, aunque por supuesto con el respaldo y la experiencia de los primeros.
¿Por qué piensas que se es cofrade?
-Ser cofrade es formar parte de un grupo de personas que movidas por su fe y su ilusión trabajan y luchan por un fin común. En nuestro caso el fin es ver al “Moreno” paseando por las calles el Domingo de Ramos. Pero para mí tan importante como el fin es el camino hasta alcanzarlo. Lo bonito de ser cofrade es sentirse parte de un grupo de personas que es capaz de organizarse, de trabajar juntos y de convivir como una gran familia.
Como nueva hermana mayor, ¿con que proyectos inicias tu andadura dentro de la cofradía?
-Estos dos años que yo ahora empiezo como Hermana Mayor son solo la continuación de un proyecto de renovación de la cofradía que se empezó hace ya más de 10 años. Por lo tanto, en la medida de lo posible, seguiremos avanzando con el dorado del paso del Cristo y continuando con los preparativos para que pronto Nuestra Señora de la Estrella pueda acompañar a la Borriquilla. Además, como dije al principio, mis primeros pasos en la cofradía fueron vestida de hebrea, me gustaría que muchos niños más puedan disfrutar de esa maravillosa experiencia, por lo que intentaremos potenciar la inclusión de los más jóvenes en la cofradía, organizando actividades y actos pensados para ellos.
