La pareja de holandeses desaparecidos en Murcia, Ingrid Visser y Lodewijk Severein, se dieron cita con sus tres presuntos asesinos materiales en una casa alquilada de Molina de Segura por motivos de "negocios", y una desavenencia en esa negociación llevó a un "desencuentro importante" que provocó el crimen.
Así lo han hecho saber en rueda de prensa el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Joaquín Bascuñana, acompañado por el jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, quienes no han dado más detalles de la naturaleza de estos negocios, aunque no les "consta", de momento, que fuera por motivos de drogas.
Al parecer, los dos holandeses desaparecidos convivieron con sus presuntos asesinos, al menos, el 13 y el 14 de mayo, y murieron por efecto de una violencia "importante", pero se desconoce todavía cómo fueron asesinados, a la espera de los informes forenses, que todavía no han confirmado la identidad de los restos mortales.