La Ballena Azul, esa emblemática atracción infantil ubicada en la playa de la Victoria a la altura de Isecotel y que ya forma parte del paisaje playero gaditano está de celebración, pues en este 2013 se cumplen 15 años desde su primera apertura al más menudo de los públicos.
Concebida como parque infantil para niños de 0 a 12 años, en La Ballena Azul destaca su inconfundible figura del cetáceo hinchable de unos diez metros de altura, visible desde toda la playa.
Abierto de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 00.00 horas de lunes a viernes y de 11.00 a 00.00 horas los sábados y domingos, este parque también ofrece atracciones hinchables de agua, piscina de bolas, jardín con casitas, correpasillos, motos, balancines y hasta una piscina de agua con forma de barco pirata.
Con un aforo de hasta 70 niños y con 11 monitores que velan por su bienestar, este lugar de recreo también ofrece bajo inscripción previa un calendario de actividades en el que destacan un campeonato de futbolín, una jornada de medio ambiente, un concurso de castillos y figuras de arena o un concurso de pintura.
Asimismo, durante julio y agosto, el parque organiza una serie de talleres. Así, los lunes, el taller versa sobre manualidades; sobre experimentos los martes; de cuenta cuentos los miércoles y gymkhana los jueves.
Josefina Garat, gerente del parque, destaca que si bien todos los niños pueden acudir siempre que lo deseen y lo permitan los padres, “últimamente se nota una mayor presencia de celebraciones y cumpleaños en nuestra instalaciones, e incluso la guardería Peques realiza aquí la despedida del curso que da la bienvenida al verano”.
Sobre las amistades y otros lazos que han nacido allí y dado que ya han pasado tres lustros desde que La Ballena Azul abriera sus puertas por primera vez, Garat señala que “en la actualidad contamos con trabajadores en plantilla que hace años fueron usuarios de La Ballena Azul”.
Grande es la diversión de los pequeños que acuden desde hace 15 años a este sitio de recreo y grande la tranquilidad de los padres que los dejan en buenas manos.
