El conductor de la furgoneta en la que el pasado viernes se detectaron 37 fardos con hachís, arrojando un alijo de más de una tonelada, en un polígono exterior de Cádiz, ha ingresado este domingo en prisión provisional, mientras que los otros cinco detenidos, que permanecen en dependencias policiales, pasaran este lunes a disposición judicial.
Según ha informado la Policía Nacional en una nota, la operación se desarrolló gracias a que un guardia civil que se encontraba pescando por la zona diera aviso a sus compañeros del Centro de Operaciones de Servicio (COS), los cuales informaron de los hechos a la sala operativa del 091 de la Policía Nacional.
En este sentido, la Policía Nacional ha querido dejar claro que la operación no se desarrolló a partir de una llamada anónima, como se informó en un principio, sino "gracias al sentido cívico y profesional de un guardia civil", que, encontrándose de vacaciones en la ciudad, observó de forma casual la presencia de unas personas que estában realizando manipulaciones en una embarcación que se arrimó a la costa en un lugar no habitual, lo que le hizo pensar que podría tratarse de un alijo de drogas.
Inmediatamente y de forma lógica, según la Policía Nacional, dio aviso al COS de la Guardia Civil, informándoseles de todo lo observado y lugar donde sucedían los hechos. El COS lo comunicó urgentemente a la Comisaría de Policía, lo que dio lugar al desplazamiento de miembros de los radio-patrullas de la comisaría para llevar a cabo la operación.
Una vez intervenida la droga y detenidos los 6 individuos implicados en los hechos se mantuvieron reuniones de trabajo entre responsables de ambos cuerpos a fin de analizar la información obtenida y proseguir las actuaciones para tratar de esclarecer de la forma más completa posible, y de forma coordinada y conjunta qué hay detrás de este alijo interceptado.