Buscar una solución y propiciar la igualdad de condiciones. Esto es lo que está solicitando Clementa Francisco Molina para su hija. Una alumna de diez años del CEIP Valdelagrana que tiene unas necesidades educativas especiales y necesita un corsé silla que le permita estar correctamente sentada en clase.
Esto es lo que viene reclamando la familia desde el inicio de curso y, a fecha de hoy, aún no han obtenido respuesta. “Lo único que solicitamos es un corsé silla que esté adaptado a la talla de mi hija”, ha explicado la madre que ha abundado en que “al ser chico, le presiona todo el día, lo que hace que la niña no esté cómoda en clase y, además, quiera ir más veces al baño de lo que es habitual”. Por ello, lo que solicitan es una nueva férula “adaptada a las condiciones y talla actual” de la pequeña. Sobre todo, porque el no tener un corsé adaptado puede derivar y ocasionar otra serie de problemas en la menor.
No obstante, éste no es el primer año que la familia se ha visto obligada a solicitar el corsé. “Todos los años, cuando llegábamos al colegio, comprobábamos si la talla era la adecuada y si había que cambiarlo, nosotros lo hacíamos”, ha puntualizado Clementa. Esto que suponía un coste de unos 850 euros para la familia. Sin embargo, ya el año pasado, y a partir del conocimiento a través de Internet de un Manual de Atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de limitaciones de movilidad, editado por el equipo motórico, de la Dirección General de Participación y Equidad de la Consejería de Educación perteneciente a la Junta de Andalucía, lo solicitaron a la administración, que abonó este dinero el pasado mes de septiembre.
Actualmente, y tal y como ha apuntado la madre de la niña, “resultaría muy difícil afrontar este gasto, porque los dos nos encontramos en situación de desempleo”, ha informado Clementa, que ha matizado que, de no encontrar una solución, “tendríamos que pedir un crédito para afrontarlo, porque no podemos permitir que nuestra hija esté así”. En este sentido, insisten en que lo único que están pidiendo es “en algo justo y que necesita la niña para ir al colegio en condiciones igualitarias a la del resto de sus compañeros”.
Asimismo, otras de las cuestiones que ha denunciado la familia es la existencia de barreras arquitectónicas en el centro, así como la falta de adaptación de los baños.
Por su parte, la delegada provincial de Educación, Cristina Saucedo, ha manifestado que “ya se les ha trasladado a los padres que se ha solicitado este nuevo material a la Consejería, y ahora estamos a la espera de que llegue, para que la niña pueda hacer su vida habitual”. Además, ha indicado que “es una prioridad la atención a la diversidad, y que, a pesar de estos tiempos, no se ha recortado ni un euro, para seguir alcanzando estos objetivos”.
