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Huelva

Marea violeta contra la ley de Gallardón

Medio millar de personas protesta frente a la Subdelegación del Gobierno y exige el derecho de la mujer a decidir

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  • Protesta -

“Nosotras parimos, nosotras decidimos”, fue el principal mensaje de este jueves de las mujeres y hombres que convocados por la iniciativa Marea Violeta, integrada por partidos de izquierda, sindicatos y colectivos sociales, exigieron la retirada del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo presentado a iniciativa del Partido Popular, por el Ministro Alberto Ruiz Gallardón.

La protesta puso en evidencia una vez más, según los testimonios de las representantes de las organizaciones convocantes, que el texto es un importantísimo paso atrás que ataca directamente a los derechos y libertades de las mujeres, con grandes dosis de una moral y una religión determinadas, la Católica, a la que consideran inspiradora del texto normativo que propone el gobierno de derechas de España. Por eso, tanto Ruiz Gallardón como la Conferencia Episcopal fueron principalmente los receptores de los mensajes de los y las manifestantes que, de manera pacífica y bulliciosa, ocuparon parte de la Gran vía capitalina durante espacio de una hora, aproximadamente.

Motivos para una protesta
Abortar de manera libre, segura y legal, sin intromisiones por motivos religiosos, patriarcales, sexistas, es un derecho que se había consolidado en Democracia, con la Ley de Plazos del PSOE, una de las más avanzadas de Europa,  y que ahora desaparece, por eso, los manifestantes pedían este jueves, como destacaron desde el PCA que hay que tomar las calles por el derecho “a vivir la sexualidad de forma libre”, y el derecho a “decidir libremente” sobre el propio cuerpo, sobre los proyectos de vida de cada una y sobre la maternidad. En esta línea, se reivindicó que la interrupción voluntaria del embarazo deje de estar tipificada como delito en el Código Penal y que su prestación se proporcione dentro de la red sanitaria pública “independientemente del origen, edad. orientación sexual o situación administrativa de quien lo solicite”. También se exigió el acceso a una educación afectivo-sexual “libre de estereotipos sexistas sana y placentera”.

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