El tiempo en: Chipiona

sociedad

El caso de la exconsejera que rozó el 10

Extremadura prohibirá por ley que sus altos cargos concurran a oposiciones

Publicidad Ai
Publicidad Ai

La excelente nota obtenida por una exconsejera extremeña de Sanidad en unas oposiciones a Cirugía General que ella misma convocó a final de su mandato y cuando sabía que el PSOE abandonaría el Gobierno es el último motivo para la desafección ciudadana hacia la política.

93,33 sobre 100. Ésta es la nota que María Jesús Mejuto, consejera de Sanidad durante la legislatura del socialista Guillermo Fernández Vara, ha obtenido en unas oposiciones cuya convocatoria se publicó justo el día después de que IU anunciara su decisión de abstenerse y dejar gobernar en Extremadura al PP, es decir, el 20 de julio de 2011.

Además, se da la circunstancia de que el presidente del tribunal era un cargo político nombrado por Mejuto, aunque el secretario general del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha negado hoy este hecho y ha asegurado que era un jefe de servicio, tal y como establece la normativa.

Sea como fuere, el resultado de las oposiciones celebradas el pasado mes de octubre se ha conocido ayer y, en el apartado de Cirugía General y del Aparato Digestivo, la exconsejera ha obtenido la mejor nota con 93,33 puntos sobre 100, a mucha distancia del segundo que ha obtenido 64 puntos.

La noticia ha caído como una bomba en Extremadura, una comunidad de apenas un millón de habitantes y en la que prácticamente todos los profesionales se conocen.

Los partidos políticos se cruzan acusaciones, los primeros recursos a la convocatoria ya se han presentado, el Gobierno extremeño anuncia una investigación e incluso avanza que prohibirá por ley que consejeros y altos cargos puedan presentarse a las oposiciones convocadas o desarrolladas por los ejecutivos del que forman parte.

Pero la indignación ya está en la calle. Y no solo entre los profesionales que, sin ningún tipo de sospechas, han aprobado estas oposiciones y se enfrentan a la posibilidad de que sean anuladas. O entre los que han suspendido. Los ciudadanos viven este episodio como el último motivo para la desafección hacia la política.

Además, fuentes sindicales consultadas por Efe advierten de que el caso de la exconsejera no sería el único en el que altos cargos del Servicio Extremeño de Salud obtendrían las mejores calificaciones.

En ese sentido, el responsable de Sanidad de UGT, Felipe Bachiller, sostiene que el actual Gobierno del PP modificó la mayoría de los tribunales pero no al que optaba María Jesús Mejuto precisamente por el interés de que el "pucherazo" se materializara.

Esto, según distintas fuentes sindicales, permite precisamente desviar la atención sobre otras "escandalosas" calificaciones que en este proceso de oposiciones podrían obtener actuales cargos directivos del Servicio Extremeño de Salud (SES).

En medio de este ambiente, hay médicos opositores que incluso han pensado ya en marcharse de Extremadura pues creen que, a pesar de sus esfuerzos, jamás obtendrán una plaza, mientras los políticos no terminen de "colocar a los suyos".

El Gobierno extremeño ha reaccionado rápidamente y, para la regeneración, ha anunciado que prohibirá por ley que consejeros y altos cargos puedan presentarse a las oposiciones convocadas o desarrolladas por los ejecutivos del que forman parte.

La vicepresidenta extremeña, Cristina Teniente, ha explicado que mientras se aprueba esta normativa, se ha acordado que todos los consejeros y altos cargos actuales renuncien voluntariamente a presentarse a ningún proceso selectivo.

En medio de la polémica, María Jesús Mejuto, que nació hace 45 años en Monhein (Alemania), adonde habían emigrado sus padres, cosecha seguidores o detractores en función de la ideología política de cada uno.

Independiente en el Gobierno de Fernández Vara, Mejuto es considerada por unos como una excelente profesional, capaz de obtener por propios méritos sus buena calificación, mientras que sus detractores destacan que precisamente es su prepotencia la que la ha podido llevar a optar sin rubor a presentarse a una plaza convocada por ella misma y encima obtener casi un diez.

En el Hospital de Mérida, donde trabaja como cirujana -aunque algunos días opera también en el Hospital Tierra de Barros de Almendralejo- reconocen que ya desde el pasado jueves circulaba el rumor de que la exconsejera había arrasado en las notas.

Durante esos días, entre la "comidilla" de los compañeros y después de haberse convertido ayer en el centro de la polémica, Mejuto ha acudido con normalidad a trabajar, pero se ha mantenido al margen sin querer hacer declaraciones a los medios.

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN