La concejal socialista Asunción Barranco está obligada el próximo jueves, fecha de la celebración del pleno ordinario de febrero, a definir si va a continuar manteniendo el acta o finalmente dimite como le exige el propio PSOE a raíz de la polémica surgida por la ayuda que solicitó a Mancomunidad en 2008 para una operación quirúrgica.
El Ayuntamiento convocó ayer el pleno para las 18.00 horas y a raiz de la decisión que tome Barranco quedan abiertas muchas dudas.
Si Barranco mantiene el acta habrá que ver si mantiene su voto leal al equipo de gobierno; y anecdóticamente donde se sentará, si integrada en el grupo socialista o como concejal no adscrito; es lógico que no conserve su actual asiento como teniente de alcalde al lado de la alcaldesa.
Si finalmente decide renunciar también al acta, ya lo hizo a sus delegaciones municipales, el grupo socialista se quedaría con un integrante menos por lo que podría tener problemas para obtener la mayoría en los puntos del orden del día debatidos.
Barranco quiere mantener el acta para demostrar que es inocente, a la espera que prospere el recurso que va a interponer contra la sentencia favorable al PP.
Pero por otra parte, quiere ser fiel a sus principios y su partido por lo que podría renunciar al acta, aunque no le ha gustado nada el abandono y desprecio que ha tenido el PSOE hacia su persona.