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Provincia de Granada

Dos años de cárcel por pagar con billetes falsos en comercios para obtener dinero legal

El Ministerio Público, que le pedía inicialmente al inculpado, Francisco G.F., siete años de prisión por un delito continuado de tenencia de moneda falsa, y una falta continuada de estafa, rebajó su solicitud hasta los dos años, aunque por los mismos delitos, ahora confirmados por la Audiencia

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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a dos años de prisión y  multas de 2.780 euros un hombre de 50 años acusado de pagar en varias ocasiones con billetes falsos de 50 euros en diferentes establecimientos hosteleros y comercios de la provincia de Granada, logrando a cambio dinero de curso legal.         

   Además, el tribunal le impone el pago de indemnizaciones a sus afectados, de un total de 217,35 euros, en una sentencia dictada tras un acuerdo de conformidad de la Fiscalía con la defensa del procesado, que admitió los hechos en el juicio celebrado el pasado 4 de febrero.

   El Ministerio Público, que le pedía inicialmente al inculpado, Francisco G.F., siete años de prisión por un delito continuado de tenencia de moneda falsa, y una falta continuada de estafa, rebajó su solicitud hasta los dos años, aunque por los mismos delitos, ahora confirmados por la Audiencia.

   Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado "urdió un plan criminal" para ver satisfechos "sus anhelos de enriquecimiento patrimonial ilícito" tratando de lucrarse introduciendo en el mercado billetes falsos de 50 euros.

   Así, el 24 de noviembre de 2010 se dirigió sobre las 14,15 horas al bar La Estación, en la carretera de Almería de la localidad de Ugíjar, solicitando allí a un hombre la venta de un décimo de lotería, por el que pagó con uno de esos billetes falsos, recibiendo como cambio 30 euros de curso legal.

   Prosiguiendo con su idea "delictiva", y "aprovechando idéntica ocasión", en ese mismo lugar solicitó la venta de otra participación de lotería al propietario del establecimiento, que sin embargo sospechó de la autenticidad del billete y no se produjo la operación.

   El 11 de diciembre de 2010 se trasladó a Cádiar, y a las 12,30 horas se dirigió a una estación de servicio y solicitó repostaje por importe de 40 euros, pero, cuando iba a pagar con el billete falso, la operación no llegó tampoco a realizarse, ante las sospechas del propietario igualmente.

   Más tarde, efectuó una compra por valor de 20 euros en un establecimiento de confecciones y tejidos, y pagó de nuevo con los 50 euros falsos, recibiendo a cambio 30 euros de curso legal. Sin embargo, luego tuvo que devolverlos, cuando fue acompañado al local por la fuerza actuante, al ser detectada su "mendaz maniobra".

   Sobre las 13,00 horas del mismo día, también en Cádiar, se dirigió a un puesto de frutas y verduras del mercado municipal y allí solicitó cambio de 50 euros, y logró dos billetes de 20 euros y uno de 10 de curso legal, pero tuvo que devolver la cantidad al ser descubierto después.

   En la farmacia de la misma localidad sí consiguió 40,15 euros como consecuencia del pago con otro billete falso de 50 de uno de sus productos.

   Ya el 14 de enero de 2011, sobre las 19,50 horas, fue junto con otro hombre al bar Natalia, en la localidad de Rubite, y allí pagaron de nuevo con un billete falso una consumición de 6,90 euros, por lo que obtuvieron de cambio 43,10.

   Por último, al día siguiente, los dos se dirigieron a la zona de Haza del Trigo en Polopos. Allí, sobre las 11,00 horas, en un establecimiento de venta de productos alimenticios, realizaron una compra por 3,75 euros, logrando 46,25 euros de curso legal. Acto seguido, a las 11,30 horas se trasladaron al café bar Los Pinos, y, tras solicitar consumiciones por valor de 8,80 euros, pagaron, y lograron 47,20 euros.

   El acusado fue interceptado ese día con cerca de 40 billetes de 50 euros falsos, así como 318,07 en moneda fraccionada y billetes de curso legal, producto de las transacciones "ilícitas e indiscriminadas" a las que se consagró.

   Según los magistrados, su acompañante no tuvo conocimiento de la falsedad de los billetes que el procesado entregó en su presencia.

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