El cristal del kiosko de la ONCE de la avenida de La Soleá, en el entorno de Las Torres, fracturado, varios coches forzados y otros tantos intentos en establecimientos de la zona. Con un balance así en una noche en un entorno demasiado castigado por este tipo de hechos es casi lógico que los vecinos ya ni siquiera se echen las manos a la cabeza. Con tantos capítulos como el de la noche del martes, ya lo ven como algo “habitual”. Eso sí, afortunadamente, esta vez en ninguno de los casos se puede hablar de un botín suculento.
En el establecimiento de la ONCE, su vendedor echó de menos algunas pertenencias personales de poco valor, ya que nunca en este kiosko se queda montante económico alguno cuando acaba su jornada. Una cuestión que, al parecer, desconocía el varón con la cara tapada con una capucha que presuntamente se encargó de la hazaña tras lanzar la tapadera de una pocetilla. Eran cerca de las dos de la madrugada, y los vecinos oyeron dos golpes secos. Cuando uno de ellos se asomó, como relató a este periódico, vio al individuo marcharse a toda prisa. Esa misma noche también lo intentaron en una carnicería de la zona sin suerte, ya que les salvó los cristales blindados, y en otra tienda más del entorno de Icovesa.
Además, varios coches amanecieron forzados y en alguno de ellos se llegó a romper uno de los cristales de la ventanilla hasta conseguir sustraer varios objetos. “Sería el mismo”, comentaban los residentes. “Esto pasa un día así y otro también; estamos igual siempre”, lamentaban. A juzgar por lo ocurrido, ni los controles de vehículos que realizó la noche antes el 091, ni las patrullas de los agentes consiguen espantar a los delincuentes de esta zona.
"En esta zona hay malestar"
El presidente de la asociación de vecinos Bellos Horizontes, Francisco Jiménez, no ocultó ayer su preocupación por los últimos acontecimientos y el malestar generalizado que hay entre los residentes y los comerciantes pese al contacto periódico que mantienen con la Policía.
