Más de un centenar de personas --mujeres y niños en su mayoría- fallecieron durante la noche del viernes al sábado en el transcurso de un ataque simultáneo perpetrado por más de 40 hombres armados contra tres localidades del céntrico estado nigeriano de Kaduna, según han informado hoy fuentes oficiales al medio africano 'Daily Trust'.
El ataque, de enorme crueldad según los testigos, tuvo lugar más o menos desde las 22.00 h. del viernes hasta las 03.00 de la madrugada del sábado en las localidades de Ugwar Sankwai, Ungwar Gata y Chenshyi, en el sur de Kaduna, un estado marcado por los enfrentamientos tribales y agrícolas.
"Los asaltantes usaron cuchillos y armas de fuego", declaró el habitante de esta última localidad, Nuhu Moses. "Solo aquí han matado a más de 50 personas y no queda casa en pie. Todas las viviendas han sido quemadas y la gente que ha intentado escapar ha terminado acribillada. La mujer y los hijos de nuestro pastor han sido descuartizados a machetazos", declaró.
Otro residente de Ungwar Shanwai, Jonathan Bako, informó de más de 20 fallecidos en su localidad. "Ha sido una pura masacre. Estuvieron cinco horas matando a gente y quemando casas sin resistencia de ningún tipo", explicó. Las mujeres y los niños de la aldea murieron entre las llamas, completamente desprevenidos, de acuerdo con el residente.
Ambos testimonios fueron verificados por el Gobierno local de Kaduna. El vicepresidente municipal, Daniel Anyip, confirmó que "hay más de un centenar de muertos" y que solo cinco de las viviendas de los poblados atacados siguen en pie.
Organizaciones sociales como el Foro Progresivo Indígena del Sur de Kaduna describieron el ataque como un "acto bárbaro" que pone de manifiesto la marginación a la que se está viendo sometida la población local por parte de las autoridades centrales.
El presidente de la ONG, el general retirado George Nchok Asake ha declarado su intención de llevar al Gobierno nigeriano ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) para que responda "por su permisividad en las constantes matanzas diarias" de la que es objeto la población del estado.