Pese a la buena puesta en escena del Betis tras el varapalo del derbi, el Atlético de Madrid terminó por llevarse los tres puntos del Villamarín merced a los goles de Gabi y Diego Costa.
Si el desarrollo del partido tuvo su interés en sí como todo encuentro en la élite, no menos importancia alcanzaba la alineación titular de Calderón la ausencia de Rubén Castro por decisión técnica. Por otro lado, Simeone con todo en el campo, no reservó a nadie en el once de salida en busca de tres puntos que continuasen manteniéndole en la lucha por el título de Liga.
No obstante, siendo netamente inferior sobre el papel, el Betis mantenía el tipo en los primeros compases aprovechando sobre todo la velocidad de Juan Carlos, frente a un Atlético de Madrid que como era obvio, también apretó desde el principio aunque sin acercamiento con verdadero peligro al área de Adán.
Una vez más, el cuadro bético volvería a sufrir el calvario de lesiones de los últimos encuentros. En esta ocasión, era Amaya quien salía sustituido por Nono en el minuto 26 de partido. El canterano fue recibido además con una sonora ovación por parte de la grada del Villamarín.
El encuentro poco a poco se tenía de color rojiblanco, con un Diego Costa que como suele ser habitual, se erigía como el protagonista de todas y cada una de las jugadas de ataque del bloque visitante y de igual manera, de la totalidad de las broncas.
Mención especial al espectacular encontronazo entre el delantero brasileño y su compatriota Paulao que tras recibir un feo empujón del delantero colchonero que le estampó contra la valla publicitaria, se cargó de valor para devolverle el envite al atacante atlético bajo la aprobación de toda la hinchada bética.
Final de la primera parte y cero a cero en un partido donde las oportunidades claras brillaron por su ausencia y la táctica se impuso a las individualidades.
La segunda mitad arrancaría con mucho más brío y sería el Betis el equipo que golpearía inicialmente. Así llegó el pase al hueco de Jorge Molina que dejaba sólo a Juan Carlos cuyo disparo, ante la salida de Courtois tapando todo lo posible y más, se estrellaba en el poste derecho de la meta defendida por el belga.
Pero la esperanza en Heliópolis se desvanecería minutos más tarde, cuando una estupidez de Braian, llevándose la pelota con la mano en una acción intrascendente, le costaba la segunda tarjeta amarilla y por tanto, su expulsión.
Diez hombres y sobre el terreno de juego, un equipo, el de Simeone, que no perdona cuando se lo facilitan.
El tiempo que tardó Gabi en armar un duro disparo ajustado al palo desde la frontal en el minuto 57 ante el que nada pudo hacer Adán pese a su estirada. Caía el primero.
Tocado psicológicamente, el Betis se encontró casi con el segundo tanto de la tarde en contra sin quererlo. Después de errar en una jugada anterior, Diego Costa, villano en la mitad anterior, se encargaba de certificar la victoria.
Pudo ampliar la cuenta el conjunto madrileño pero varias ocasiones fueron desperdiciadas por los futbolistas colchoneros. La permanencia, a nueve puntos, a falta de lo que haga esta noche el Almería frente a la Real Sociedad. Una auténtica utopía.
A destacar el minuto de silencio que se guardó en Heliópolis en memoria del fallecido Adolfo Suárez.