La Guardia Civil ha desarticulado una banda organizada que había actuado en diversas localidades de la Serranía de Ronda presuntamente cometiendo hurtos en domicilios de personas, generalmente mayores, haciéndose pasar por asistentes sociales para así distraer su atención.
La banda estaba formada por cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, uno de ellos padre de una bebé de 18 meses que les acompañaba durante la comisión de los hechos. En el momento del arresto de los dos hombres, la menor rompió a llorar hasta que el capitán de la Guardia Civil la cogió en brazos; sin embargo, cuando intentaba soltarla volvía a llorar desconsoladamente, por lo que él mismo se hizo cargo y la trasladó a dependencias policiales de la Junta de Andalucía.
Al parecer, según ha informado el instituto armado a través de un comunicado, los autores de los hechos se desplazaban en un vehículo de alta gama, que estacionaban en las inmediaciones de la vivienda, dónde permanecían los dos hombres y el bebé, mientras las dos mujeres accedían al domicilio haciéndose pasar por asistentes sociales. De esa manera se ganaban la confianza del inquilino, que les permitía la entrada "sin recelo ni temor".
Una vez en el interior del domicilio, mientras una de ellas distraía al inquilino, la otra hurtaba todos los objetos de valor y dinero que encontraba. Después huían en el vehículo que les aguardaba cerca del domicilio.
Los agentes de la Guardia Civil iniciaron una investigación alertados por el número de hurtos cometidos en esta comarca y establecieron un dispositivo en el que consiguieron localizar el vehículo, justo cuando acababan de cometer un hurto en la localidad malagueña de Benarrabá. En ese momento se encontraban en el vehículo los dos hombres y la menor ya que las dos mujeres instantes antes se habían bajado del vehículo.
La menor de 18 meses de edad fue trasladada a Málaga a dependencias de Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía, tras dar cuenta a la Fiscalía de menores para que se hiciera cargo de su custodia.
