Información y prevención. Las dos palabras mágicas para que el cáncer de mama no sea irreversible. Antes bien, que se pueda curar completamente. Esos son los consejos que dan los especialistas y entre ellos Pilar Moreno y Alejandro Utor, ambos especialistas del Área de Cirugía de la Unidad de Patología Mamaría del hospital Puerta del Mar.
Se trata de una enfermedad que está sufriendo un aumento en la incidencia en todo el mundo, que es la parte mala de la noticia, dice Pilar Moreno a este medio, pero también se consiguen supervivencias muy elevadas.
“Con los tratamientos que tenemos actualmente, la cirugía, la oncología, radioterapia y tratamientos dirigidos a la célula tumoral se consiguen supervivencias elevadas. España está entre los países con supervivencias más altas posiblemente por su integración en unidades y su tratamiento multidisciplinar, por lo que el mensaje que enviamos siempre es positivo. Hay cáncer de mama pero tenemos tratamiento para ello, por lo que hay que utilizar todas las armas que tengamos para tratar esta patología”.
Medios de transmisión
La información existe y cada vez más debido a los muchos medios que se pueden utilizar para transmitir la necesidad de controlar cualquier anormalidad que se detecte, pero también hay que contar con que la mujer dé el paso adelante.
“Eso es lo fundamental. Cuando la mujer detecta cualquier alteración en la mama no debe callarse ni ocultarlo. Lo que tiene que hacer es buscar ayuda rápidamente y en la actualidad está el programa de Diagnóstico Precoz que se realiza con una mamografía cada dos años para la población mayor de cincuenta años y también están los centros de Atención Primaria que son el primer nivel al que debe acudir una mujer por alguna alteración en la mama”.
Pero la información tiene que seguir siendo fundamental, en este caso trasmitiendo a la paciente todas las explicaciones necesarias para que asuma lo que tiene, en qué estadio está y cuáles son las armas que tiene la medicina para curarla.
“Y a partir de ahí darle mucho ánimo e información en cada momento, no sólo los cirujanos, también los oncólogos, los radioterapeutas, los físicoterapeutas, médicos nucleares… porque todos estamos formando un equipo para tratar a estas mujeres. La información es un pilar fundamental”, dice Moreno.
Miedo a la verdad
¿Y qué pasa con el miedo a que el médico te diga la verdad? Pues influye, “pero eso lo vemos cada vez menos. Las mujeres están hoy en día muy concienciadas para hacer su autoexploración, acudir a los programas y sobre todo, cuando tienen un problema acudir a su médico que es la forma más rápida y directa de llegar a la Unidad de Mama”.
No hay elementos localizados que indiquen por qué está subiendo la incidencia del cáncer de mama en la población mundial, dice el doctor Alejandro Utor. Están los factores clásicos como la cantidad de años que ha estado sufriendo los ciclos menstruales, el número de hijos, si les ha dado el pecho y cuánto tiempo, si ha tenido algún tipo de tratamiento hormonal, la obesidad, el tabaco…
“Son factores que se ha visto que pueden aumentar algo la incidencia del cáncer de mama, pero no hay un único factor al que podamos achacar la alta incidencia. Se está investigando muchísimo y tomando las precauciones adecuadas se reduce la posibilidad, pero no hay una única medida que podamos tomar”.
Y no hay que olvidar el otro miedo, no ya a enfrentarse con el problema sino a las consecuencias del mismo. El cáncer de mama afecta sólo a la mujer, que es una obviedad, pero además de atacar su cuerpo ataca su propia esencia de mujer, su feminidad, lo que suma al trauma físico el trauma psIcológico.
No obstante, Alejandro Utor pone las vendas a una herida que no siempre tiene efectos tan radicales. “Quizá por eso es tan importante el cáncer de mama en la mujer y le estamos dando tanta importancia porque enfermedades hay muchísimas, pero esta afecta especialmente a su forma de ser, a su forma de sentir. El diagnosticarlo antes supone cirugía menos agresiva aunque a veces no hay más remedio que quitar la mama entera, pero también tenemos medios para reconstruirla incluso en el mismo momento en que se extirpa. Hemos avanzado mucho y son muy pocas ocasiones en las que tenemos que extirpar un órgano y lo podemos reconstruir”.
Menos gente
Y la pregunta obligada. ¿Los recortes de todo tipo y sobre todo en investigación pueden producir o están produciendo una bajada del nivel asistencial? La respuesta es categórica. No existe merma alguna salvo en el personal, que cada vez es menos y los que quedan tienen que multiplicarse.
La ventaja es que las infraestructuras, los medios técnicos y la preparación de los profesionales sigue estando ahí, además de que se mantienen los fármacos contra el cáncer dentro del sistema público de salud y se sigue investigando. “A lo único que nos obliga eso es a esforzarnos más, pero que no se preocupen las mujeres que estaremos ahí para lo que haga falta”, dicen ambos.