Malas y buenas noticias

Que Jerez, desde que se instauró la democracia y las urnas sirviesen para elegir a los representantes del pueblo, ha ya tenido únicamente tres alcaldes, que no sé si eso es bueno es malo, y que de los tres dos estén con sentencias judiciales firmes, no deja de ser una mala noticia para la ciudad y para la gestión que la misma ha tenido desde que en 1979 Pedro Pacheco accediese a coger el bastón de mando de la misma. No es bueno que la vida política de Jerez se encuentre judicializada, no es bueno que Jerez, de nuevo, aparezca en los informativos nacionales de radio y televisión por los problemas de dos de sus tres alcaldes con la justicia. No es buena noticia para Jerez, más allá de que la justicia está para depurar las responsabilidades en que cada cual hubiese caído y no somos nadie para analizar las razones o las sinrazones de las sentencias emitidas. Los culpables, si lo son, tienen que cargar con sus culpas, pero eso no quita que no sea bueno que, por estas circunstancias, Jerez esté en boca de todos. Sí es bueno que Jerez esté en las portadas por un acontecimiento de calibre internacional en el Circuito, como el que se ha vivido este pasado fin de semana. Es bueno que Carlos Sainz junior, que nombre tiene, se haya proclamado campeón de la World Series by Renault precisamente en Jerez, porque eso, si se quiere, le ha dado un plus de publicidad mayor si cabe al evento deportivo celebrado. Es bueno, también, que la mesa por la recuperación del casco histórico comience a sacar conclusiones y que se trabajen sobre ellas para sacar de su ostracismo a ese trozo fundamental en la geografía jerezana. Es malo que en algún que otro establecimiento se hable de impagos y de posibles cierres y es bueno que se hable de un par de firmas que parece que se van asentar en pleno centro de Jerez, concretamente en el sector de la calle Larga. Todo no pueden ser malas noticias, las hay buenas. Como bueno es que IU y PSOE hayan ido a unas primarias para sacar a sus alcaldables, con lo que Jerez entra ya, indefectiblemente, en unos meses donde lo político y lo electoral van a tomar carta de naturaleza. El destino nos llevará a los comicios de mayo