Soldados iraquíes con el respaldo de las milicias kurdas de los peshmerga intentan arrebatar desde primera hora de esta mañana las ciudades de Jalawla y Saadiya --a unos 100 kilómetros al norte de Bagdad--, en manos de los yihadistas de Estado Islámico desde el pasado mes de agosto, y los combates han dejado ya 10 muertos y 32 heridos entre las fuerzas progubernamentales, según fuentes médicas.
Militares y kurdos intentan seguir la inercia positiva tras recuperar la semana pasada la refinería más grande del país pero Estado Islámico sigue capturando territorio en Anbar, en el oeste, y desde hace 48 horas han lanzado una gran ofensiva para tomar la capital de la provincia, Ramadi.
La presencia de Estado Islámico en Jalawla amenaza a ciudades controladas por los kurdos, como Kalar y Khanaqin. Si fuera recuperada, abriría a las fuerzas iraquíes y kurdas el camino hacia la carretera que enlaza con Bagdad, rodeada de pequeños núcleos de yihadistas que están intentando entrar en la capital a base de atentados en barrios de mayoría chií.