Los partidos políticos de El Salvador acordaron hoy un proceso de diálogo sobre los problemas del país con el apoyo de la ONU y la OEA, que coincidieron en que es una nueva etapa de búsqueda de consensos 23 años después de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a la guerra civil (1980-1992).
"Pasados más de 20 años de la suscripción de los Acuerdos de Paz, probablemente El Salvador esté listo para un nuevo diálogo para buscar puntos de vista comunes", dijo a Efe el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
El representante local del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Roberto Valent, recordó en el acto que "los partidos políticos jugaron un papel clave en ese momento histórico; sin ellos no hubiese sido posible ni la firma de los Acuerdos de Paz ni su implementación".
"Ahora hay nuevos retos de país que demandan esta lógica de búsqueda de acuerdos", remarcó Valent.
Insulza y Valent asistieron, junto al presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, a la firma de una declaración de compromiso de los seis partidos con representación legislativa para abrir un diálogo sobre las prioridades y los principales desafíos del país.
El PNUD y la OEA apoyan y acompañan el proceso de diálogo y este último organismo es depositario del compromiso firmado hoy, que Sánchez Cerén le entregó a Insulza durante el acto celebrado en el Museo de Arte de El Salvador.
Los Acuerdos de Paz firmados el 16 de enero de 1992 en México, cuyos 23 años serán conmemorados por el Gobierno salvadoreño la próxima semana, pusieron fin al conflicto entre el Ejército y la guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido en el poder.
El titular de la OEA comentó a Efe que con la firma de los Acuerdos de Paz "se terminó la guerra y no se dispararon más tiros", pero "han surgido grandes temas" que el país debe atender.
Entre esos temas están el crecimiento económico, la paz social y la migración, pero "no estoy poniendo la agenda" del diálogo, matizó.
En su discurso, Insulza apuntó que los Acuerdos de Paz fueron "un punto de inflexión (...), pusieron fin a los años de doloroso conflicto armado, sentaron las bases para la construcción de una paz duradera, de una democracia representativa" en El Salvador.
Al firmarse el compromiso de los partidos salvadoreños "este no es un día común ni en este país ni en nuestra América", donde "hay unos 10 países (...) en los cuales esto ya sería imposible siquiera de comenzar" porque "la disposición al diálogo es prácticamente inexistente", al contrario de El Salvador, destacó Insulza.
El presidente Sánchez Cerén, uno de los firmantes en 1992 por parte del FMLN, agradeció el respaldo de la OEA y del PNUD al proceso iniciado hoy.
También agradeció a los partidos por asumir el compromiso de "diálogo y negociación abierta y sincera como eje central para enfrentar los grandes desafíos" de El Salvador.
"La importancia de crear y fortalecer el diálogo político es crucial en este momento para nuestro país; hemos alcanzado muchos logros, pero aún tenemos temas pendientes que solo podemos enfrentar con la ayuda de todos", añadió el mandatario.
Sánchez Cerén abogó por "el fortalecimiento de la capacidad de interlocución entre todas las fuerzas políticas, que traerá como resultado un país más productivo, educado, seguro y feliz".
Firmaron la declaración el secretario general del FMLN, Medardo González, y el presidente de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha), Jorge Velado, ambos colectivos los mayoritarios del país.
Asimismo, los secretarios generales de los minoritarios Gran Alianza por la Unidad Nacional, Andrés Rovira; Partido de Concertación Nacional, Manuel Rodríguez; Cambio Democrático, Douglas Avilés; y Partido Demócrata Cristiano, Rodolfo Parker.
Los dirigentes políticos coincidieron en expresar su voluntad de diálogo para enfrentar los problemas del país y en que el acuerdo surge en un momento adecuado por la cercanía de las elecciones legislativas y municipales del 1 de marzo próximo.
El representante del PNUD precisó que el diálogo permitirá abordar problemas como la seguridad ciudadana, un crecimiento económico inclusivo, la superación de la pobreza y la plena vigencia de los derechos humanos.