La recogida en tan sólo dos meses y con un centenar de contenedores en cuatro distritos de 120.405 litros de aceite usado pone en evidencia que el servicio era una demanda reclamada por los sevillanos, aunque su instalación progresiva siga enfrentando a oposición y Consistorio por el ritmo de implantación, que prevé alcanzar en un futuro hasta los mil contendedores por toda la ciudad.
En estos momentos y según los datos ofrecidos por el Consistorio, hay colocados 91 contenedores en cuatro distritos de la ciudad, con la previsión de que se alcancen los 227 a final de febrero repartidos por todos los distritos.
Su ubicación, que está siendo progresiva y por fases para “dotar del servicio a la ciudad en el menor tiempo posible y optimizar la ubicación”, según el delegado de Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, ha comenzado por los distritos de Nervión, Sevilla Este, San Pablo y Cerro-Amate.
Ahora se comezará la instalación de los nuevos contenedores por los distritos de Bellavista y Sur, para continuar con el resto, de forma que a final de febrero se concluya la presente fase y pueda alcanzarse la cifra de 227 en toda la ciudad.
Incumplimientos
Sin embargo, los socialistas no están de acuerdo con el ritmo de instalación de los contenedores, ya que aseguran que en los nueve meses desde que se adjudicó a Biouniversal, la empresa no ha cumplido el compromiso de instalar el 15% del total de los contenedores de recogida y cuestionan tanto el procedimiento, al que le ven muchas “dudas legales”, como el hecho de que se centraran en un primer momento en el sector hostelero, cuyo recurso sigue adelante.
“En cuanto firmaron el contrato ya empezaron a obligar a todos los establecimientos a entregarles su aceite usado, sin esperar a que se aprobara una ordenanza que lo permitiera e impidiendo que entregaran estos residuos a otras empresas homologadas por la Junta de Andalucía a cambio de distintas contraprestaciones. Sin embargo, el principal servicio a los ciudadanos que se debía prestar con este contrato, ofrecer a los vecinos un servicio para la recogida de aceite usado, sigue paralizado”, asegura la socialista Encarnación Martínez.
Según Martínez, el pliego de condiciones recogía que la empresa adjudicataria instalaría 500 contenedores en un plazo de ocho meses, cifra que en el segundo año debía ampliarse en 300 más, mientras que sólo apenas 60 según las cifras del último consejo de administración de Lipasam, cifra que consideran “claramente insuficiente”.
Vílchez, por su parte, ha negado “ningún incumplimiento” del pliego del contrato puesto que la instalación de los contenedores comenzó en octubre, un retraso que los socialistas consideran “dudoso” al estar vinculado a la aprobación de la ordenanza de recogida de residuos.
“El PSOE debe dejar de cuestionar el procedimiento de adjudicación puesto que se ha hecho con total transparencia, mediante un concurso público y de libre concurrencia, seleccionando el mejor sistema de recogida entre los ofrecidos, ya que incorpora tecnología que permite ofrecer importantes medidas de seguridad”, ha apuntado Vílchez.
El delegado de Medio Ambiente, ante la afirmación de Martínez de que “los sevillanos tenían un hábito de recogida de aceite usado que el gobierno de Zoido por una decisión política ha roto durante dos años”, ha negado tal extremo y ha pedido que dejen de “crear alarma t de decir mentiras”, recordando que el PSOE lo que hizo en su día fue “conceder a dedo y por la vía de un convenio” el servicio a una empresa, a la que tenían que pagar, mientras ahora se le exige a la empresa adjudicataria un canon y garantías en los contenedores y en el destino del aceite usado.
Ante la advertencia de Martínez de que requerirán el número exacto de contenedores de recogida de aceites y su ubicación exacta, Maximiliano Vílchez le ha recordado que han tenido acceso a toda la documentación y que seguirán ofreciéndosela como hasta ahora.
En los distritos, los recipientes de casa
El nuevo sistema también cuenta con recipientes domésticos de dos litros que los sevillanos pueden recoger en los distritos y en los centros cívicos, que facilitan la recogida del aceite en el hogar y su posterior vertido en los contenedores.
