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El despido de Carmen Aristegui, un "golpe" a la libertad de prensa en México

La pérdida de "una voz crítica" como la de Aristegui es "preocupante", ya que se requiere que en el país "haya periodistas que retomen estos temas, que tengan una voz crítica", agregó

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  • CRÍMENES -

El despido de la periodista Carmen Aristegui, voz fundamental y crítica con el poder político, por parte de la emisora MVS es considerado como un "golpe" a la libertad de prensa en México, un país en el que los comunicadores denuncian que cada vez tienen más complicado ejercer su profesión.

"Este despido se da en un contexto donde la libertad de expresión está corriendo o ha corrido graves peligros. México se ha convertido en uno de los países más difíciles para el periodismo (...) es un golpe para la libertad de expresión", dijo a Efe el director de Amnistía Internacional (AI) en México, Perseo Quiroz.

La pérdida de "una voz crítica" como la de Aristegui es "preocupante", ya que se requiere que en el país "haya periodistas que retomen estos temas, que tengan una voz crítica", agregó.

MVS Radio anunció la noche del domingo en un comunicado que terminaba la relación laboral con su periodista estrella después de que esta exigiera la reincorporación a la empresa de dos miembros de su equipo que habían sido despedidos.

Este despido fue argumentado en que los comunicadores habían usado sin autorización la marca MVS al sumarse a la iniciativa Méxicoleaks, una herramienta con la que ciudadanos podrán filtrar a la prensa documentos sobre actos ilícitos cometidos por autoridades.

Los periodistas fueron parte del equipo que destapó polémicos casos como el de la "Casa Blanca", cuando se conoció que la primera dama de México, Angélica Rivera, había encargado a un contratista del Gobierno la construcción de una lujosa mansión en la capital mexicana.

Las críticas desatadas en torno a la residencia llevaron a Rivera, actriz de profesión, a anunciar la venta de la propiedad y al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a hacer pública su declaración patrimonial completa.

Ambos reporteros también estuvieron al frente de una investigación sobre la vivienda que el ministro de Hacienda, Luis Videgaray, adquirió al mismo contratista del Gobierno, entre otros temas.

"Sería muy ingenuo pensar que este despido no tiene nada que ver con todas las investigaciones que este equipo ha realizado y que estaba realizando", dijo a Efe Daniela Pastrana, directora ejecutiva de la web Periodistas de a Pie, que también participa en la iniciativa de Méxicoleaks.

Recordó que el uso de esa plataforma es "puramente periodístico", "es una herramienta para poder tener información sin poner en riesgo a quienes nos la están dando", por lo que -dijo- los despidos "no tienen sentido" y es una reacción "preocupante, desmedida, una persecución".

Ante las versiones sobre una supuesta presión gubernamental para el despido de Aristegui, el Gobierno aseguró hoy que valora "el periodismo crítico" y que lo sucedido es un "conflicto entre particulares" por las diferencias entre la emisora MVS y la periodista.

El Gobierno "ha respetado y valorado permanentemente el ejercicio crítico y profesional del periodismo, y seguirá haciéndolo con la convicción de que la pluralidad de opiniones es indispensable para el fortalecimiento de la vida democrática del país", señaló en un comunicado.

En opinión de la académica Mireya Márquez Ramírez, especialista en comunicación, Aristegui "es una voz imprescindible" y las señales que ha mandado la emisora mexicana son "equivocadas".

"Veo con muchísima preocupación estas señales que estamos mandando tanto al resto del país como al mundo" en el sentido de que "los intereses económicos y el interés público no son compatibles", indicó.

Solo desde los medios privados es posible hacer "un contrapeso efectivo al poder", actuar como "perro guardián", pero "la historia está basada en algo que se llama clientelismo, que ha implicado que el Estado y el mercado nunca han estado separados", incluido el de los medios de comunicación, añadió.

Ambos "trabajan juntos, las élites políticas y mediáticas en sus propios intereses", afirmó la experta.

La historia reciente de México, dijo, está plagada de casos en los que los periodistas críticos con el poder, por una u otra razón, han resultado despedidos de sus espacios.

Aunque Aristegui ha sido la última en sumarse a esta lista, la propia periodista ha anunciado que va a "dar la batalla", al considerar que su marcha y el despido de sus compañeros es "un atropello a la libertad de expresión".

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