El Colegio de Médicos de la Provincia de Cádiz registró 22 casos de agresión física o verbal a colegiados en el ejercicio de su labor asistencial por parte de pacientes y familiares o acompañantes de pacientes en el año 2014.
En un comunicado, el Colegio de Médicos explica que esta cifra supone una disminución respecto a los datos registrados en 2013, cuando contabilizaron 27 episodios violentos. Esta tendencia descendente coincide con la estadística general del total de Colegios Médicos de España, que en 2014 fue de 344 casos frente a los 354 del año anterior.
Señala que estos son los primeros datos cuantitativos que se desprenden del registro nacional de agresiones a médicos elaborado por el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), presentado este miércoles en Madrid bajo el lema 'Ante las agresiones a médicos, tolerancia cero', coincidiendo con el Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario.
Entre los datos provinciales, destaca que el 64 por ciento de las agresiones tuvo lugar en el ámbito de la atención primaria de salud, bien en consultas programadas o en urgencias extrahospitalarias. El 26 por ciento se dio en hospitales y urgencias hospitalarias.
Las discrepancias en la atención médica, la emisión de informes médicos no acordes con las pretensiones del paciente o familiar, el tiempo en ser atendido u otras disfunciones del centro sanitario y no recetar el medicamento propuesto por el paciente fueron las causas más frecuentes de agresión.
Entre los 22 casos registrados, 13 de las víctimas fueron mujeres. En cuanto a la tipología del agresor, en el 50 por ciento de los casos fue un familiar y el 32 por ciente un paciente programado. Del total de médicos agredidos, el 64 por ciento sufrió lesiones y el 23 por ciento derivó en baja laboral.
IMPORTANCIA DE DENUNCIAR
El Colegio de Médicos insiste en la importancia de que el profesional denuncie la agresión, no solo la física, sino también la verbal (coacciones y amenazas), la psicológica o el acoso, que permita promover una auténtica concienciación y la condena social para este tipo de agresiones.
Además, entiende que, junto a la decisión del profesional de denunciar siempre la agresión, hay que proveerlo de instrumentos de prevención. En este sentido, explica que desde el Observatorio de Agresiones y desde el propio Colegio Médico se vienen articulando medios para paliar el déficit formativo que el médico pueda tener mediante cursos específicos para el manejo del paciente conflictivo.
"Hay que seguir avanzando en proteger al médico con los mismos instrumentos legales frente a la agresión, con independencia del ámbito (público o privado) en el que ejerce su profesión", resalta el Colegio de Médicos, que recuerda que facilita asesoramiento y asistencia jurídica en caso de amenazas y agresiones a colegiados de la provincia.