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La Clemencia fija 2017 como el año para incorporar el palio

La hermandad recibirá en julio la peana y ha comenzado ya la ejecución de unos ambiciosos respiraderos. La aportación económica de la Feria será fundamental para cumplir con los objetivos que propuestos

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La Hermandad de la Clemencia ha comenzado ya una cuenta atrás que debe culminar el Martes Santo de 2017. Esa es la fecha definitiva para la salida del paso de palio de María Santísima de Salud y Esperanza, un proyecto en el que se viene trabajando desde hace varios años pero que parece ya próximo a materializarse en feliz realidad. La hermandad tiene ya en su poder la parihuela y los varales, y se encuentra a punto de recibir la peana. De manera paralela, el taller de José Manuel Bernet está empezando a trabajar en unos respiraderos que combinarán la orfebrería con los bordados, la pintura y los esmaltes.
En estos próximos meses, la cofradía tratará de resolver un problema que ha surgido estas últimas semanas con la capilla anexa a la parroquia de San Benito, ya que la intención de incrementar su superficie choca con lo dispuesto en el planeamiento urbanístico. “La idea era hacer una ele en la capilla, pero el PGOU no lo permite y no podemos saltarnos la normativa urbanística, así que tendremos que buscar otra solución conjuntamente con la parroquia para ver de qué modo podemos meter los dos pasos en la capilla”, explica el hermano mayor, Ángel Heredia, que en pocas semanas culmina su mandato.
El deseo de ver en la calle a María Santísima de Salud y Esperanza ha contribuido a que este año sean “más de ochenta” los hermanos que se han involucrado en el trabajo de la caseta que la cofradía explota desde hace ya veinte años en la Feria del Caballo. Además, este aniversario coincide con una renovación de la estética de la caseta y con una apuesta para atraer la atención de todos los públicos que se traduce fundamentalmente en actuaciones musicales.
“En estos veinte años, la aportación económica de la caseta ha sido fundamental para ejecutar los proyectos que hemos llevado a cabo. Sin la caseta hubiera sido impensable tener lo que hoy tenemos, y todo ello es gracias a un número importante de hermanos que año tras año dan el callo y dedican su tiempo a la hermandad”, destaca Ángel Heredia.
Como ocurre en este caso en concreto, muchas de las hermandades de la ciudad vuelcan estos días sus esfuerzos en sus casetas de Feria, conscientes de que la aportación económica de esta semana es fundamental para el desarrollo de los proyectos que tienen entre manos e, incluso, para su supervivencia.

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