No se le caen los anillos. Este agente del Cuerpo de la Policía Local de San Roque demostró ayer que, además de proteger a la ciudadanía de maleantes, tiene un gran espíritu de ayuda hacia sus vecinos.
Digno de mención, sin duda. Mientras patrullaba por la avenida Castiella, él y su compañero vieron a un hombre muy apurado en la puerta del Centro de Salud. Al preguntarle si requería ayuda, les explicó que estaba con su hija en Urgencias y su vehículo había pinchado.
Ni corto ni perezoso, este agente de San Roque se remangó y le cambió la rueda... ¡Servicio al ciudadano, y nunca mejor dicho!