El Consejo de Seguridad de la ONU insta a los países a que apliquen el Registro Nacional de Pasajeros, en el que se incluyen perfiles sospechosos, y a las empresas privadas que gestionan internet y redes sociales, como Google, Faceboock o Twitter, a que se involucren en la lucha contra el terrorismo.
Son dos de las recomendaciones que el Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad y una posterior reunión ministerial han incluido en una resolución aprobada con motivo de la cumbre que ese órgano de la ONU ha celebrado ayer y hoy en Madrid para buscar soluciones al flujo de combatientes terroristas extranjeros, que luchan fundamentalmente con el Daesh o Estado Islámico.
Después de las sesiones de trabajo, en las que han participado 48 ministros de Interior y de Exteriores de distintos países y 400 expertos y convertido a Madrid en la capital mundial de la lucha contra el terrorismo, los participantes han dejado claro en la resolución que no es posible el diálogo con los movimientos terroristas totalitarios y excluyentes.
La ONU ha querido mirarse en España como ejemplo de la lucha de la sociedad civil contra el terrorismo y se ha reafirmado en la necesidad de contar también con las víctimas y de legislar, como ha hecho nuestro país, para protegerlas y apoyarlas.
Como ha expresado antes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y después el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, España está en la "primera línea de combate" del terrorismo y ha colocado la lucha contra esta lacra en su principal prioridad como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Precisamente en octubre España presidirá el Consejo de Seguridad, y será allí cuando, según Margallo, se presentará "redactada y diseñada" una de las propuestas del Gobierno en materia antiterrorista: la creación de una Corte Penal Internacional para juzgar a los terroristas.
Una iniciativa que ha sido bien acogida por el director ejecutivo del Comité contra el Terrorismo, Jean-Paul Laborde, quien también ha puesto a España como ejemplo de lucha contra el terrorismo "desde el imperio de la ley".
De este modo, dos de las propuestas que el Gobierno viene defendiendo -el Registro de Pasajeros y la Corte Penal- han sido bien aceptadas en esta cumbre, en la que se ha puesto de manifiesto la necesidad de que las respuestas de los Estados al terrorismo yihadista sea tan rápida y fluida como rápida y fluida es cada vez más la acción de esas organizaciones, según Laborde.
Y en esa lucha, la ONU quiere involucrar a la sociedad civil, al sector privado y a las redes sociales, en una estrategia multidisciplinar, de colaboración internacional y de respeto a los derechos humanos.
"Es posible derrotar al terrorismo", han dicho tanto Rajoy -quien ha reconocido que "nadie está libre del zarpazo de la fiera"- como el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para quien España cuenta con estructuras capacitadas para combatir el terror, planes contra la radicalización, el ejemplo "cívico" de las víctimas y leyes que amparan a éstas.
Fernández Díaz ha insistido en la importancia que tiene en la "derrota" del terrorismo el "testimonio ético y moral" de las víctimas, así como la "contra-narrativa" a la propaganda de que organizaciones como el Daesh utilizan como una de sus herramientas más importantes.
Mientras, Margallo ha enumerado las acciones de España en favor de la paz y de la resolución de conflictos como los de Siria o Irak, y ha resaltado el abanderamiento de nuestro país del diálogo interreligioso.
Ha recordado además que 130.000 efectivos españoles han participado hasta ahora en misiones internacionales de mantenimiento de la paz y, entre las acciones actuales, ha querido mencionar a los 300 militares que están entrenando a las fuerzas armadas iraquíes.
A la reunión del plenario del Comité contra el Terrorismo le ha seguido una de los ministros asistentes, inaugurada por Rajoy, cuyo discurso ha estado precedido de una intervención en vídeo del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien ha anunciado que este año presentará un plan de acción que fijará recomendaciones contra el yihadismo.