Teresa Vega Valdivia (Bedmar, J1957) vuelve al organigrama de la Junta de Andalucía en Jaén, donde ya fue delegada del Gobierno en la provincia entre los años 2008 y 2010. Ahora ocupa la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, un área que sintoniza con su perfil profesional (trabajadora social) y que también, como ella dice, con su compromiso y estilo de vida.
Vega se fajó en la política en el ámbito municipal, pues fue alcaldesa de Villacarrillo desde 1999 a 2008, y también ocupó la vicepresidencia de la junta rectora del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Antes de ocupar la dirección del Área de Igualdad y Bienestar Social de la Diputación Provincial de Jaén, fue directora general de Infancia y Familia de la Junta entre los años 2010-2012.
¿Cómo afronta esta nueva etapa en la Junta?
–Con mucha ilusión, porque es una Consejería que forma parte de mi estilo personal y de mi compromiso. Es un departamento donde el trabajo fundamental es la protección y la defensa del sistema público de servicios sociales y de salud.
¿Es que está amenazado ese derecho?
–Sí, existe un ataque frontal desde el Gobierno de la derecha, que se manifiesta en la nueva Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Loca, que supone una amenaza para la financiación de los servicios sociales por los ayuntamientos. Desde el PP se concibe ese derecho con un marcado acento caritativo, algo que choca con el modelo de la Junta de Andalucía que está impulsando una Ley de tercera generación de servicios sociales. Desde la Junta, y también desde la Diputación de Jaén, se está haciendo una política de resistencia para que no se toque la red básica de servicios sociales.
La Dependencia es el servicio estrella de su departamento. ¿En qué estado se encuentra?
–Se están cubriendo los objetivos sobradamente. En lo que va de año 2015 se han reconocido 2.200 nuevas prestaciones en la provincia. Y Andalucía tiene casi un tercio de los dependientes de toda España. Eso hace que este sector sea un importante yacimiento de empleo. Solo en Jaén hay casi 3.000 auxiliares contratados en los 97 municipios, y otro millar en los centros concertados.
El Ayuntamiento de Jaén reclama un nuevo convenio para la Ayuda a Domicilio.
–La sentencia dejó claro que el Ayuntamiento debe seguir prestando la ayuda a domicilio, y los convenios tan solo se establecen a nivel general y se negocian con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). Me preocupa el desasosiego de los usuarios y de las trabajadores de la capital por culpa del Ayuntamiento. El conflicto de la capital se reduce a que el Ayuntamiento adeuda 2,5 millones a la empresa concesionaria. La Junta está realizando los pagos dentro de los márgenes normales, y muchas veces no se hace antes por la falta de justificación de los expedientes por parte del Ayuntamiento.
La crisis ha aumentado los casos de pobreza en la provincia, ¿qué se está haciendo?
–Es cierto, durante los años de la crisis se han duplicado las ayudas económicas a familias en situación de emergencia. Tenemos una red pública de servicios sociales de subsistencia, con ayudas como el Decreto de Inclusión Social, las ayudas de alimentos o los planes de empleo específicos para colectivos más desfavorecidos.
En materia de salud, ¿cuál es la línea de actuación?
–La línea la va a marcar el Plan Andaluz de Salud, que se va a aplicar de manera transversal y con un enfoque de género. Los ejes de ese plan son la prevención en materia de salud, las medidas de atención primaria y la participación social de los ciudadanos, con un modelo más personalizado.
¿La Ciudad Sanitaria de Jaén sigue estando en la agenda de la Junta?
–Sí, es un proyecto de futuro pero no se ha desechado. Es cierto que se ha visto postergada por los recortes presupuestarios de los últimos años, pero también el Ayuntamiento de Jaén parece que tiene otras prioridades porque ha recortado sensiblemente la superficie destinada a ese proyecto en
Las Lagunilla para primar otros intereses relacionados con el centro comercial.
Y en Igualdad, ¿cuáles son los objetivos?
–La Ley de Igualdad va a sufrir modificaciones, para incorporar mejoras en coeducación, la conciliación laboral o el abandono de la cultura machista.
En Jaén, la mujer ha sido la más damnificada por la crisis y el paro.
–Así es. La mujer ha sido la primera expulsada del mercado laboral (principalmente en la agricultura) y la que más precariedad laboral soporta. La futura Ley de Igualdad prevé sanciones, que pueden ir desde los 6.000 a los 60.000 euros para las más leves, cuando se den situaciones de discriminación laboral por las empresas. n
