Un par de triunfos balsámicos en la última semana, han dejado las críticas en torno al juego del equipo a un lado y todo parece que va sobre ruedas a día de hoy en cuanto a la parcela deportiva se refiere en el equipo de las trece barras.
En suma, los resultados de la última jornada liguera beneficiaron al Betis de tal manera, que en estos momentos, los verdiblancos están a tiro de piedra de la zona europea y con un importante colchón por encima de los puestos de descenso que hace que se respire en la plantilla y el cuerpo técnico bético un aire de tranquilidad que era necesario.
Pero la maldición como local en Liga, es algo que debe romper el bloque de Mel; que tan solo ante la Real Sociedad ha podido dar una alegría en el campeonato doméstico a la parroquia verdiblanca, ávida de más victorias en el estadio de La Palmera.
Y precisamente mañana, el rival en cuestión no es precisamente de los más factibles para intentar obtener los tres puntos; aunque los registros históricos sean favorables a la escuadra sevillana.
El Celta de Vigo es casi tan peligroso a domicilio como el Betis. Los gallegos han logrado alzarse con 13 puntos de 18 posibles lejos de Balaídos, lo que representa uno menos de los que el equipo de Heliópolis ha cosechado hasta ahora.
La temporada del conjunto vigués está siendo en números muy notable, pues actualmente ocupan la cuarta posición en la tabla clasificatoria de Primera, lo que les daría el billete para jugar la previa de la Liga de Campeones el próximo año.
Sin embargo, en lo que a las cifras globales entre béticos y celtiñas se refiere, de 24 duelos disputados en el Villamarín, 14 han acabado con triunfo verdiblanco, más otro cuatro encuentros terminados en empate y únicamente seis derrotas. Un bagaje que muestra la clara superioridad local de un Betis que deberá mostrar su mejor versión para ganar.
