La semana pasada estuvieron protestando a las puertas del Ayuntamiento, e incluso se dejaron caer por el Salón de Plenos y por alguna que otra rueda de prensa del equipo de Gobierno. Hablamos de dos vendedores ambulantes, Fabio y Anna, quienes lamentan, como puede leerse en algunas de sus pancartas, que “el Ayuntamiento de Cádiz no nos deja trabajar, prefiere que mendiguemos”, “No queremos la bolsa de Cáritas, no queremos ir a los Servicios Sociales, solo queremos seguir trabajando”, al tiempo que instan al alcalde, José María González, que “nos deje trabajar porque mis hijos se mueren de hambre”.
Y es que según explica Fabio a este medio “somos un pequeño colectivo de vendedores de artesanías y pinturas que hace seis meses se nos prometió regularizar nuestra situación, pagando los impuestos, las tasas y dándonos de alta en la Seguridad Social”.
Pero “a pesar de todas esas promesas, todavía no se han solucionados nuestros problemas, nos siguen engañando y ofreciéndonos incluso falsas soluciones que van en contra en algunos casos del ordenamiento jurídico”, critica Fabio quien dice haber mantenido reuniones tanto con la concejal de Comercio, Laura Jiménez, como con el alcalde, José María González, “el cual se comprometió a que iba a hacer justicia, pero desde entonces estamos esperando a esa dama llamada Justicia”. Ahora, meses después, “el alcalde no nos quieren ni mirar a la cara”.
Fabio insiste en que “nosotros no queremos ir a los Servicios Sociales, no queremos una casa de protección oficial, no queremos un trabajo, queremos seguir trabajando conforme a la ley”, y por ello “contamos con el apoyo de los comerciantes y de la asociación de vecinos” de la zona donde suelen poner sus tenderetes.
Para ambos “estas políticas nos lleva al desahucio y a una vida de infinita pobreza”, sentencian.