Llevan una década tendiendo la mano a quienes peor lo pasan fuera de nuestras fronteras. Justalegría cumple diez años con proyectos de cooperación y ayuda humanitaria en República Dominicana y Marruecos. Un viaje de voluntariado en la India del malagueño Jesús Criado fue el germen de esta ONG, que ha logrado la construcción de viviendas, el acceso al agua y saneamiento, colmados solidarios o la formación en prevención de desastres naturales en el municipio de Ramón Santana, repleto de bateyes dedicados al cultivo de la caña de azúcar. O impulsar la formación en cocina, costura o idiomas en el centro Baraka de la ciudad de Nador, en la frontera de Melilla, donde prestan apoyo a quienes buscan, al otro lado de la valla un mundo mejor.
“Nuestro objetivo para el futuro es mantener nuestros proyectos, darnos más a conocer, crecer en socios y seguir impulsando nuestra acción social en Málaga con el programa de prevención de suicidios”, aseguró el director del colectivo. “Por fortuna, Málaga no ha recortado en cooperación internacional con la crisis y tanto el Ayuntamiento, como otras entidades y empresas locales, siguen prestándonos su apoyo”, cuenta Jaime de la Torre, responsable de proyectos.
Hasta 60 voluntarios malagueños han pasado en estos años sus veranos ayudando y, en dos semanas, Bomberos sin Fronteras partirá a Ramón Santana para llevar una ambulancia y formar a personal en emergencias. “La gente en Málaga es muy solidaria, lo importante es colaborar con alguna ONG”, pide Criado. Justalegría afronta el futuro convencida de que desde Málaga también es posible cambiar el mundo.
‘Alienta’, un programa para prevenir el suicidio en Málaga
¿Sabías que Málaga tiene la tasa de suicidios más alta de Andalucía? En la provincia 179 personas se quitaron la vida en 2013, 132 hombres y 47 mujeres. Justalegría, en colaboración con el Teléfono de la Esperanza, ha puesto en marcha ‘Alienta’, un programa de prevención basado en la formación a casi medio centenar de profesionales de Servicios Sociales y otros colectivos, la sensibilización y una escuela de fortalezas personales que aporta al usuario más vulnerable razones para vivir. Un proyecto pionero, respaldado por el Servicio Andaluz de Salud, a través de profesionales del Hospital Regional de Málaga, que tumba el tabú sobre el suicidio, silenciado la mayor parte del tiempo en los medios, pese a que es la primera causa de muerte no natural en España, por delante de los accidentes de tráfico.
“El suicidio no entiende de clases pero nosotros nos hemos centrado en personas con dificultades socioeconómicas en Málaga”, relata Jaime, que apunta a que los talleres que se imparten en Bailén-Miraflores, con hasta 30 usuarios ya, les enseñan recursos para afrontar los problemas de la vida cotidiana. El pasado año el Teléfono de la Esperanza atendió a 68 personas en situación de crisis suicida. La web Razonesparavivir.org desmonta los mitos sobre el suicidio y aporta información sobre ante qué indicios estar alerta. Visibilizar el suicidio sigue siendo la gran cuenta pendiente de todos.
