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El método del doctor González: un camino a la esperanza

Cientos de personas pueden avalar con su recuperación que el doctor José Luis González González les ha abierto una puerta a la vida

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  • El doctor González. -

Que la obesidad es uno de los grandes y graves problemas de salud de la sociedad actual no es ningún secreto a estas alturas; de hecho, los profesionales la consideran como “una pandemia del siglo XXI” -es la segunda causa de muerte después del tabaquismo-. Sin embargo, luchar contra la enfermedad ofrece multitud de recetas, más o menos ortodoxas, que no siempre son las más adecuadas para la salud de las personas.
Del campo de la nutrición y de la dietética se viene ocupando desde hace casi 25 años el doctor José Luis González González, uno de los grandes referentes en la medicina de Arcos y la Sierra, ya que sus consultas son bien conocidas en la ciudad y en localidades como Ubrique, Villamartín, Jerez o Algeciras. En el caso de Arcos, desde Polimédica Arcense viene solucionando los problemas de obesidad a cientos de personas a las que ha guiado bajo un criterio estrictamente profesional como médico especialista.

Partiendo de que la obesidad es una enfermedad crónica y metabólica, es un problema de salud que siempre encontrará en la figura del médico especialista una respuesta eficaz. Y es que existen muchas formas de perder peso, pero sólo un médico especialista lo puede conseguir sin dañar la salud y paso a paso, como debe ser.   Los métodos no avalados por un médico pueden acabar pasando una factura muy alta...

El mensaje del doctor González es, a tal efecto, acudir al médico que aplique en el tratamiento una dieta que aporte menos calorías que las que necesita la persona para mantener su peso. En segundo lugar, la dieta siempre debe ajustarse al paciente, que si no la acepta difícilmente le podrá ayudar; una dieta que, desde el punto de vista nutricional, debe ser importante, más que desde el punto de vista energético: hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas y fibra en sus proporciones adecuadas. Estas son las máximas de una dieta que se precie.
Sin embargo, en ocasiones los casos de obesidad vienen determinados por factores genéticos, con antecedentes de hipertensión, diabetes... Es ahí donde comienza el trabajo del médico nutricionista, que debe saber qué come el paciente, cómo come y por qué come, ya que la alimentación está cargada de una cierta afectividad. Este trabajo de investigación se antoja fundamental en el método del doctor González.

Este apreciado y reputado profesional entiende esencial conocer qué tipo de obesidad manifiesta el paciente, si la llamada androide (forma de manzana) -más frecuente en los varones a partir de los 40 años de edad- o, por ejemplo, la llamada ginoide ( forma de pera), más propia en las mujeres. La primera de este tipo de obesidad es la culpable de los infartos o embolias en muchos casos, mientras que el segundo tipo se vincula más a la estética.

En función a la valoración inicial, el doctor González prepara una dieta estrictamente personalizada cuyo desarrollo sólo se podrá alcanzar con el beneplácito y la voluntad del paciente. 
En España, andaluces y canarios concentran el mayor número de casos de obesidad, mientras que el Estado registra el dudoso honor de casi encabezar la obesidad infantil en el mundo; un dato demoledor que hace que las autoridades sanitarias se tomen muy en serio la lucha contra esta enfermedad. El abandono de las dietas saludables, de la dieta mediterránea, la vida sedentaria... son males de la sociedad contra los que se puede luchar. De hecho, el doctor González, por decirlo de alguna manera, ha devuelto a la vida a cientos de personas. Pero, desde el punto de vista profesional y humano, al doctor González parece preocuparle especialmente los casos entre adolescentes, cuyos tratamientos deben ser muy vigilados porque coinciden con un momento clave en su desarrollo físico. A este respecto, y sin ánimos de polemizar, entiende que la educación alimentaria no se puede reducir a un día escolar dedicado a la fruta, al aceite de oliva u otros productos considerados saludables, pues el hábito se debe adoptar cuanto antes y de forma constante.

La obesidad en nuestra sociedad puede tener incluso una razón histórica, pues España ha pasado en relativamente poco tiempo de sufrir hambre a que le sobre la comida, aunque dicho así parezca frívolo. Difícilmente nos dejamos algo en el plato, y solemos comer más con los ojos y con el estómago que con la cabeza, entendiendo por ello que la alimentación es también un ejercicio de inteligencia humana que es preciso controlar. Sin más, una dieta correcta y ejercicio físico son los mejores aliados contra la obesidad.

El método
Como todo buen médico, el doctor González tiene su método, el cual no pasa por pastillas, yerbas y otros productos extraños. En su propuesta de dieta caben las legumbres, el arroz, el pescado, la carne, la verdura, la fruta..., pero siempre de una forma moderada y ordenada. El paciente experimenta una dieta personalizada con la que nunca pasará hambre, que es perfectamente llevadera e incluso adaptada a su economía y actividad. 

“La dieta se tiene que adaptar al paciente y no el paciente a la dieta”, que diría el doctor González. Esta dieta se completa con la actividad física lógica: pasear, nadar, bicicleta..., aunque su consejo sea el de caminar como mínimo una hora al día.

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