Los arquitectos de las torres de Repsol apuestan porque los malagueños pierdan el “miedo escénico” a la altura para conseguir áreas de esparcimiento”. Luis Alonso y Sergio Balaguer hicieron ayer campaña a favor del proyecto urbanístico del equipo de Gobierno popular ante una decena de colegios profesionales de Málaga mostrando hasta once casos de éxitos de rascacielos urbanos en siete países. “La altura no es mala ni perjudicial, nos ayuda a que las ciudades recuperen esos pulmones verde que Málaga necesita”, defendió Alonso.
El arquitecto aseguró que proyectos como Diagonal Mar, en Barcelona o la Plaza Europa en Hospitalet de Llobregat, han recibido un gran acogimiento entre los vecinos “porque ha supuesto recuperar espacio para la ciudad”, mostrándose abierto aunque no partidario a que una consulta popular decida el proyecto futuro de los terrenos en el mes de noviembre. “La arquitectura debe estar un tanto al margen de los conceptos políticos, no creo necesaria hacer la consulta pero sí se hace que los vecinos conozcan todos los puntos más críticos para que tengan un criterio, las zonas verdes por sí solas son insostenibles desde todos los puntos de vista y son puntos luego de cierta hasta de peligrosidad social si no están amparadas en actuaciones arquitectónicas ”, insistió.
El edil de Urbanismo, el popular Francisco Pomares, apostó por mantener lo acordado en el plan urbanístico y aseguró que se trata “de algo más que un concurso de dibujos, es un concurso de regeneración, de cambio, transformar esta zona de toda esa parte para apostar espacio público y empleo que es lo que necesita esta zona”.