La secretaria general del Sindicato Provincial de Servicios de CCOO de Sevilla, Pepa Cuaresma, ha afirmado este jueves que espera que la visita del presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama no se quede en lo "espectacular", sino que "se profundice y sirva para que se conozca la cara B del turismo en la ciudad".
El sindicato ha recreado frente a las puertas del Ayuntamiento de Sevilla la suite de los Obama y ha visibilizado el trabajo de las camareras de piso de los hoteles que en la mayoría de los casos pasa desapercibido, haciendo entrega a estos del informe.
En un comunicado de CCOO, Cuaresma ha manifestado en la presentación del informe 'La Cara B del Turismo en Sevilla', basado en las encuestas realizadas a camareras de piso de hoteles de la capital hispalense, que esta "cara B pasa desapercibida para los visitantes y está marcada por la precariedad de las condiciones de laborales de los trabajadores".
Cuaresma ha explicado que en el informe se constata como, "por desgracia", debido a las reformas laborales "se ha abierto la puerta a que las camareras de piso no estén contratadas por el hotel, sino que prácticamente el 75 por ciento están vinculadas a empresas multiservicio o de trabajo temporal que devalúan sus condiciones laborales". "Estas trabajadoras pueden cobrar de media unos 300 euros menos de los que marca el convenio provincial de hostelería", ha añadido.
"ES UN SECTOR COMPLETAMENTE FEMINIZADO"
La secretaria provincial ha destacado que el 99 por ciento de quienes desarrollan este trabajo son mujeres y para más de la mitad este salario "es la principal fuente de ingresos de su unidad familiar", apuntando que "el 54,5 por ciento de las camareras de piso en Sevilla cobra entre 400 y 800 euros y solo un 1,2 por ciento gana al mes más de 1.200 euros".
Además, ha dicho que solo el 25 por ciento de las camareras de piso tiene contrato indefinido, más de la mitad trabaja a tiempo parcial pero la mayoría trabaja más horas de las que fija su contrato. "Prácticamente todas las camareras de piso de Sevilla manifiestan que tienen dolencias", ha señalado Cuaresma, unas dolencias que serían regulares en el tiempo para el 61 por ciento de ellas.
Esta situación provocaría que la mitad de ellas tengan que medicarse de forma regular para poder aguantar el trabajo y que el 63,1 por ciento haya padecido en alguna ocasión una depresión debido a las excesivas cargas de trabajo. Muchas de estas trabajadoras manifiestan que "hay miedo", ha reseñado Cuarema, que ha advertido de que "en muchas ocasiones tienen que echar más horas para poder realizar las habitaciones porque si no al día siguiente no las contratan".
"También denunciamos que les pagan por habitaciones realizadas cuando eso es completamente ilegal, debería trabajar a salario por hora, no por habitaciones, máxime cuando la realización de una habitación puede llegar a pagarse a 1,13 euros la hora con unas condiciones de explotación brutal", ha expresado.
Una situación de "extrema precariedad" que simbolizan a la perfección las camareras de piso pero que, según la sindicalista, "también sufren los trabajadores de la restauración y los demás sectores vinculados al turismo".
