Después de casi diez años pedaleando con fuerza para situar a la capital hispalense en la cima de las ciudades del mundo en las que mejor se puede mover uno en bicicleta, las políticas de las dos ruedas parecen haber perdido fuelle en la ciudad (fue en 2006 cuando se creó el primer Plan Municipal de la Bicicleta y cuando se comenzó a tejer la red de vías ciclistas de la ciudad). Si durante los cuatro años de gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP) la bicicleta estuvo casi desaparecida (2011-2014), parece ser que poco más ha hecho por ella el gobierno socialista de Juan Espadas a pesar de que una de sus promesas electorales fue precisamente la de "retomar la seña de identidad de la bicicleta" y de que tiene dinero presupuestado en este 2016 para ello. Salvo el inicio de las obras del futuro Centro Integral de la Bicicleta, la renovación del contrato de mantenimiento de la red de carriles bici o el anuncio de un nuevo Plan de Movilidad Urbana de Sevilla (acciones recién iniciadas o todavía por iniciar), poco más se ha hecho por las políticas de fomento de la bicicleta.
Con la reestructuración de la Gerencia de Urbanismo, aprobada en el último consejo de la Gerencia, se crea un nuevo Servicio de Sostenibilidad e Innovación Urbana, del que dependerán secciones como la sección técnica de vías ciclistas especializada en la gestión de políticas de bicicleta, un paso con el que el gobierno municipal señala que se "recuperará y centralizarán las competencias que tenía la oficina de la bicicleta suprimida en el anterior mandato", y con lo que señalan que cumplirán "los compromisos" y su "apuesta prioritaria por la bicicleta".
Aún así, grupos municipales de la oposición, sobretodo IU, y la asociación A Contramano no han dejado de denunciar la inacción socialista en esta materia. La asociación ciclista ha mostrado su preocupación en estos últimos meses poniendo el acento en dos cuestiones: la división de las competencias de la bicicleta entre las delegaciones de Urbanismo y Movilidad (antes dependientes sólo de Urbanismo) y la falta de la promoción de la bicicleta en los nuevos planes municipales, como el recientemente aprobado Plan de Acción sobre el Clima (Paces) que, según denuncian, sólo contempla acciones ya realizadas en el periodo 2007-2011.
Respecto al Paces, A contramano señala que únicamente aparece una medida al respecto bajo el epígrafe Movilidad 008: Plan Director para el fomento del transporte en bicicleta. Red de vías ciclistas, en el que se incluyen el desarrollo de los 120 kilómetros de carriles bici a los que ya se había llegado en la ciudad en el año 2010. En dicho documento, señalan desde A Contramano, se especifica que el periodo de realización de tal medida sería en el periodo 2007-2020, con un presupuesto de 34 millones de euros. “La medida se supone ya realizada en un 80%, quedando un 20% por realizar de aquí a 2016”, indican.
“No es difícil darse cuenta de que, en realidad, dicha medida no es más que la construcción de la red básica de 120 kilómetros de carriles bici ya realizada por el gobierno municipal del PSOE-IU durante el periodo 2007-2011 con un presupuesto de 34 millones de euros precisamente. Por tanto no se prevén actuaciones adicionales de relevancia de aquí a 2020, ya que el presupuesto está gastado en su totalidad y no se dan pistas acerca de en qué van a consistir esas nuevas actuaciones (el otro 20% a realizar)”, explican.
Es por ello que A Contramano piensa que el gobierno socialista de Espadas “da prácticamente por concluidas sus medidas de fomento de la bicicleta de aquí a 2020”, sentencian.
División de competencias entre Movilidad y Urbanismo
Con el traspaso de algunas de las acciones en materia de la bicicleta que antes estaban en manos de Urbanismo y que ahora pasan a Movilidad, dos delegaciones diferentes con delegados diferentes, tanto IU como A Contramano han mostrado su disconformidad al entender que las competencias deberían estar centralizadas en Urbanismo para aunar esfuerzos y avisan del riesgo de que la planificación sea bifurcada.
La medida anunciada en el pasado Pleno de junio contempla que Movilidad se ocupe de “planificar, diseñar, hacer seguimiento y control de la red de carriles bici”, mientras la Gerencia de Urbanismo, dirigida por el concejal Antonio Muñoz, se queda con “el mantenimiento de los carriles bici existentes, la elaboración de los proyectos de construcción del carril bici en coordinación con Movilidad y las obras de construcción de los nuevos carriles bici”.
La idea, según han indicado fuentes municipales, es la de “dar una visión integral a la movilidad en la ciudad”. Entienden que “de nada sirve que las políticas de movilidad vayan por un lado y las de la bicicleta vayan por otras” y es por eso que, por ejemplo, “el Plan de Movilidad Urbana Sostenible tiene que incluir necesariamente esa planificación de las políticas de bicicleta e integrarlas con el resto, y esto se va a acometer desde Movilidad”, señalan.
Desde IU y A contramano se preguntan qué delegación se va a encargar de la redacción del nuevo Plan de la Bicicleta que sustituya al finalizado en 2011, de quién dependerá la Oficina de la Bicicleta, con qué competencias contará y con qué criterios operará o cómo se recuperará la Comisión Cívica de la Bicicleta como órgano de participación Ciudadana.
Además, también queda pendiente desarrollar el Plan Andaluz de la Bicicleta, cuyos pormenores del convenio ya se cerraron en el mandato de Zoido y aún no se ha firmado y el Plan Ciclista para el Centro, que no arranca a pesar de que el Ayuntamiento hizo suya la propuesta que A Contramano llevó a la mesa de movilidad hace unos meses.