La campaña de la vendimia de 2016 se prevé tardía y más escasa. Todo ello es consecuencia de la climatología que se ha producido durante el último año y que ha afectado en gran medida a los viñedos del Marco de Jerez y, en concreto, los de Sanlúcar de Barrameda.
Aunque las organizaciones agrarias como COAG estiman que la vendimia podría iniciarse este año en torno al 22 de agosto, la penúltima semana del mes, los presidentes de las dos cooperativas sanluqueñas, Covisan y Virgen de la Caridad, Antonio Palacios y Juan Juez, respectivamente, coinciden en apuntar fechas más tardías para el inicio de la recogida de la uva en los pagos sanluqueños. Así, no sería hasta los últimos días de agosto o los primeros de septiembre cuando podría iniciarse la vendimia en Sanlúcar, por lo que se retrasaría unos días con respecto al año pasado, ya que el 27 de agosto de 2015 ya había tres lagares molturando uva en la localidad de la Manzanilla.
“La viña está muy desigual. En la misma cepa hay racimos verdes y otros ya maduros, por lo que tenemos que darle un margen de 20-30 días para que estos maduren y alcancen los grados necesarios para la recolección”, apunta Juan Juez.
Hay que recordar que la normativa del Marco de Jerez establece en 10,5º grados baumé la graduación mínima que ha de tener la uva para su recogida.
En Covisan, cooperativa que aglutina a unos 170 viñistas y que venden principalmente a Bodega La Guita, Argüeso, La Gitana o Elías González, tienen previsto comenzar con las catas a mediados de este mes de agosto. Con todo, el comportamiento de las temperaturas y la presencia del viento podrían influir en las fechas que barajan actualmente en Covisan. “Si el levante se mantiene durante unos días puede adelantar”, explica Antonio Palacios “aunque yo calculo que no será hasta principios de septiembre cuando se inicie la vendimia”, constata el presidente de la cooperativa Covisan.
Fechas similares barajan en la Cooperativa Virgen de La Caridad, cuya producción va destinada a otras bodegas de Sanlúcar con las que no existen acuerdos fijos para l a venta del mosto. “En Sanlúcar comenzará más tarde que en el resto del Marco, los últimos días de agosto o principios de septiembre”, apunta Juan Juez, responsable de la cooperativa Virgen de La Caridad.
Merma por el mildiu
Al retraso en el inicio de la vendimia se sumará, casi con toda seguridad este año, una merma de la producción. El causante es el mildiu, un hongo que afecta a la vid y que debido a las condiciones climatológicas que se registraron a finales del mes de mayo y principios de junio, ha afectado a gran parte de los viñedos de la localidad.
La estimación en cuanto a la disminución de la producción varía según las fuentes consultadas por este periódico. Mientras que el secretario general de COAG Cádiz, Miguel Pérez, habla de una merma importante, de entre el 30 y 40% de la producción. la cooperativa Virgen de la Caridad espera un descenso de entre un 10 y un 15% de los kilos de uva cosechados “por el levante y las altas temperaturas que están afectando al campo”. La cifra se eleva al 20% al consultar al presidente de Covisan, quien explica que “hay quienes (viñistas que) no van a vendimiar y quienes tienen perdido entre el 40 o 50% de la viña”.
Lo que sí está claro es que habrá merma, pero esta no afectará en conjunto a la vendimia, ya que los pagos sanluqueños se verán compensados con los de Jerez, que es la gran productora del Marco y aglutina la mayoría de las hectáreas”, sostiene Miguel Pérez, para quien será “Sanlúcar donde haya mayor reducción” de la vendimia.
El año pasado, la vendimia se cerró en el Marco de Jerez con 76.413.662 kilos de uva recogidos y una graduación media de 11,24 grados baumé. En Sanlúcar, con cinco lagares funcionando en la recta final de la vendimia, se recogieron 12.141.985 kilogramos de uva, con una graduación media de 10,88 grados baumé.
Por último, en lo que sí coinciden en apuntar los viñistas de Sanlúcar es en la calidad de la uva. “La que queda, hereda”, dice el refrán y es que, si bien el mildiu sí que ha afectado a la producción, no se trata de una plaga que afecte al desarrollo del fruto, que este año tiene buen tamaño. “La uva está muy sana” y, al haberse librado de otras plagas como la polilla del racimo debido al calor, se prevé que no habrá pudrición.
