Los avances tecnológicos aplicados al ámbito de la investigación son ya una herramienta indispensable; da igual si se trata de un laboratorio o la loma de un cerro. Sobre este último caso le podrán dar buena cuenta los integrantes del equipo de investigación arqueológica de la UCA, que han logrado espectaculares avances en el último año por medio del uso de georradares para localizar en el subsuelo de la provincia los restos de antiguos asentamientos de gran relevancia histórica. Al georradar se pretende sumar ahora otra herramienta fundamental para progresar en los hallazgos realizados: el dron.
Por este motivo, la Junta de Andalucía y la Universidad de Cádiz acaban de sellar un acuerdo que permitirá impulsar las investigaciones arqueológicas y sobre el patrimonio mediante el uso de ambos artefactos: georradares y drones. El acuerdo alcanzado posibilitará, de un lado, la formación de los propios arqueólogos en el manejo del nuevo instrumental y, del otro, al desarrollo del conocimiento mediante la aplicación de estas nuevas tecnologías en su ámbito de estudio.
A este respecto, conviene resaltar que la UCA es la primera universidad española en impartir cursos para obtener el permiso oficial para la navegación de drones, y la única que cuenta con un equipamiento de georradar móvil 3D.
La unidad de Geodetección de la UCA, obtenida gracias a la financiación de un proyecto de fortalecimiento científico obtenido en convocatoria competitiva del Ministerio de Economía y Competitividad, gestiona dos equipos georradares capaces de explorar en tres dimensiones. Su destino principal es la investigación geofísica del patrimonio histórico-arqueológico relacionado con el ámbito rural y la explotación del territorio, y ya dispone ya de autorización para explorar diversos yacimientos de la provincia, como ha venido haciendo en los terrenos de Mesas de Asta, en el término municipal de Jerez, donde ha logrado localizar restos importantes correspondientes al asentamiento de Asta Regia (o Hasta Regia, como ahora recalcan los propios investigadores).
El georradar no sólo se ha usado con tal propósito en Mesas de Asta, sino que también se ha repetido la experiencia en hasta quince yacimientos localizados en distintos pagos del Marco del Jerez, así como en otros municipios, como en el yacimiento fenicio de Doña Blanca (en El Puerto) y las colonias fenicia (en Chiclana) y romana (en Medina) o los trabajos de la Memoria Histórica en el cementerio de San José (en Cádiz).
El rector de la UCA, Eduardo González Mazo, ha explicado que el acuerdo firmado con la Junta formaliza “la intención de seguir apostando por las técnicas más avanzadas e inocuas en la investigación de nuestro patrimonio”, ya que el uso de estos nuevos equipamientos y técnicas “permiten una mejor planificación y programación y un considerable ahorro económico al optimizar las intervenciones”, para evaluar el estado y el potencial de estos elementos del patrimonio.
En este sentido, la UCA, a través del servicio de Drones, tiene la autorización oficial de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) para operar sistemas de aeronaves pilotadas remotamente, con los que pueden realizar fotografía, filmaciones y levantamientos aéreos (levantamientos topográficos y fotogrametría), así como actividades de investigación y desarrollo.
La Junta, por su parte, a través de este acuerdo, se compromete a favorecer la realización de actividades arqueológicas no invasivas por parte del profesorado e investigadores de la UCA en yacimientos catalogados, tutelados y adscritos a la Consejería en la provincia de Cádiz.
