El presidente de la Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, ha condenado "enérgicamente" la "barbaridad" implícita en el incendio de nueve de los 20 vehículos de transporte concertado (VTC) desplazados de Madrid a Sevilla para reforzar los servicios de Cabify en la capital andaluza, con motivo de la Feria de Abril. Además, ha pedido "prudencia" y confiar en que la investigación de la Guardia Civil esclarezca los hechos "lo antes posible" y se "tranquilice un ambiente enrarecido".
Así lo ha explicado a Europa Press Televisión Fernando Morales, quien ha sostenido que cuando la investigación esclarezca lo sucedido, su organización decidirá cómo actuar. Entretanto, además de insistir en su "condena" a los hechos, ha reiterado que los conductores de la empresa de alquiler de coches con chofer Cabify operan en no pocas ocasiones en las paradas establecidas para los taxis, toda vez que los VTC se rigen por una normativa diferente a la de los taxis y más restrictiva.
"Si ellos trabajaran como deberían, esto sólo sería una anécdota", ha añadido Morales refiriéndose al "conflicto" en el sector, al tiempo que ha indicado que muchos de los conductores de los VTC "trabajan de forma fraudulenta, aunque los trabajadores sean legales", ya que según detalla, "la policía ha recogido documentación falsa" a los responsables de algunos de estos coches.
Al respecto, ha incidido en que la unidad específica de la Policía Local dedicada al intrusismo y el transporte ha demostrado las denuncias que hay sobre este asunto, en donde aparecen que "están invadiendo un nicho de mercado". Asimismo, ha agregado que "los taxis trabajan desde la inmediatez por la calle a través de emisoras y Cabify lo está haciendo también, a pesar de que su normativa les prohíbe que hagan cualquier tipo de servicio no contratado previamente".
UNO DE LOS PERROS "ALERTÓ" AL DUEÑO
Por su parte, Fernando López, el propietario del alojamiento de Castilblanco de los Arroyos 'La Villa Rural', donde fueron incendiados los citados vehículos, ha señalado a Europa Press Televisión que el suceso tuvo lugar en torno a las 2,00 horas de la madrugada del martes, momento en el que se dio cuenta porque uno de sus perros estaba "muy nervioso" y le avisó de que "algo no iba bien".
Una vez alertado por el fuego, activó un sistema de seguridad y empezó a utilizar los extintores de los alojamientos, pero "las llamas eran tan grandes, que no había manera de apagarlas, ni siquiera con una manguera de un pozo". Al respecto, Fernando López ha indicado que este suceso ha sido "un tremendo susto a punto de convertirse en una tragedia", ya que en las inmediaciones hay "más de una veintena de viviendas". No obstante, reconoce que no vieron "nada raro" durante la noche del martes y que "estaba todo en calma", puesto que con anterioridad, "nunca se ha sucedido un episodio similar".
Así, el dueño del establecimiento ha sostenido que por el momento no va a llevar a cabo ningún tipo de actuación legal porque, más que nada, le han "ocasionado molestias y dañado la vegetación"; si bien ha expresado que espera que esta situación "no vaya a más" y que se solucione "cuanto antes" los problemas.