El barrio de Santa Cruz es, en palabras de sus propios vecinos, “un barrio bonito para el turista y para quien lo visite, pero difícil para vivir en el día a día”.
Al igual que otras zonas del centro, pero con problemas más acusados al ser muchas de sus calles estrechas, la movilidad, accesibilidad y la ocupación de las vías públicas por veladores son algunos de los principales problemas del barrio. Al contrario que en otros lugares de la capital hispalense, los vecinos de Santa Cruz, con el 80% del barrio peatonal, no quieren más calles de este tipo. “Realizar actividades cotidianas como ir a la compra y poder descargarla cerca de la puerta de tu casa es una verdadera odisea”, señala como ejemplo María José del Rey, presidenta de la AAVV Amigos del Barrio de Santa Cruz.
La movilidad es otro de los puntos calientes. Con una sola vía de acceso al tráfico por la calle Águilas (además de por Nicolás Antonio, junto a los jardines de Murillo), los vecinos reclaman históricamente al Ayuntamiento otras vías de acceso. Además, para las personas con movilidad reducida la única alternativa para moverse por el barrio e ir al ambulatorio es la línea cinco del microbus.
La ocupación de la vía pública por carteles, tenderetes y veladores es otra de sus espinas, sobre todo en zonas como Mateos Gago y Ximénez de Enciso. Desde la asociación Amigos del Barrio de Santa Cruz no están en contra de los veladores, ya que reconocen que son generadores de riqueza para la ciudad, pero piden que se cumplan las ordenanzas y los veladores “sean los que tienen que ser” como ocurre en otras zonas de la ciudad.
También reivindican un mayor cuidado de sus jardines, más zonas de carga y descarga para los establecimientos, así como más papeleras, contenedores, más bicicleteros y aparcamotos.