Estaba claro que el pleno municipal del mes de mayo iba a estar marcado por la tensión entre los grupos políticos tras denunciar las formaciones de la oposición la posibilidad de que el Equipo de Gobierno alentara a colectivos a mantener la tensión en la sesión plenaria.
Pues bien, la bronca y la tensión ha llegado tras la aprobación del punto para iniciar el proceso de municipalización del servicio de Playas con los votos a favor del equipo de Gobierno y el PSOE y los votos en contra del PP y Ciudadanos. Ha sido en ese momento cuando un grupo de ciudadanos ha desplegado una pancarta en la que se tachaba de "corruptos y lacayos de los sectores estratégicos". Ante ello, el portavoz popular municipal popular, Ignacio Romaní, ha solicitado al alcalde accidental, Martín Vila, que "atendiendo al reglamento" por el que el presidente de la sala debe mantener el orden, solicitara la retirada de la pancarta, una petición que no ha sido atendida por Vila. Esto ha provocado la ira del grupo popular que se ha sentido "coartado" en su libertad de ejercer su labor de oposición y ha pedido a la policía local que tome los nombres de las personas que portaban la pancarta y ha anunciado que tomará medidas legales contra Martín Vila por no atender a la ley y permitir estas manifestaciones ciudadanas en las sesiones plenarias.
Así, tras solicitar el portavoz del partido popular, Ignacio Romaní, al secretario la lectura del artículo 60 del reglamento en el que se da potestad al presidente del Pleno de mantener el orden de la sala, Martín Vila ha cedida a mandar la retirada de la pancarta. No obstante, el ambiente ya estaba caldeado y los gritos de ciudadanos y protestas ante la decisión han obligado a Vila por una cuestión de seguridad a suspender la sesión plenaria durante 20 minutos.
