El hombre acusado de dejar morir ahogado en una balsa de los Montes de Málaga al hijo de 3 años de su pareja, en febrero de 2015, ha alegado que no le ayudó porque tenía miedo a caerse.
Ha asegurado que cuando escuchó que había caído al agua, salió corriendo al coche para buscar el teléfono pero que al final no dijo nada a nadie por miedo a que se enfadaran con él, tanto su madre como el resto de familiares.
El juicio ha comenzado hoy en la Ciudad de la Justicia de Málaga y será un jurado popular el encargado de emitir un veredicto de culpabilidad o no culpabilidad.
La declaración del acusado ha durado algo más de una hora y durante toda su comparecencia ha intentado taparse el rostro y no ha mostrado ninguna señal tristeza hacia lo ocurrido con el pequeño, al tiempo que ha intentado demostrar que él era la persona que más se preocupaba por su educación y bienestar.
Se ha negado a contestar a las preguntas de las acusaciones y solo ha contestado a su abogado y a la magistrada presidenta del jurado.
Ha relatado que la convivencia con su pareja era complicada ya que discutían mucho y también ha argumentado que en ocasiones le mentía por miedo al genio que tenía.
A preguntas de su abogado ha negado que organizara el asesinato como mantienen las acusaciones, que durante el juicio han asegurado a los miembros del jurado que lo mató a sangre fría y de manera cruel por celos.
Esta mañana también ha declarado un policía que estuvo con él las horas que estuvieron buscando al menor y ha destacado que cuando encontraron al pequeño, flotando muerto en la balsa, no se lamentó y solo preguntó de manera fría por su futuro tras saber que estaba detenido.
El agente ha asegurado que llegó a decir que decidió no sacarle del agua por la rabia que tenía hacia la madre, y en todo momento durante su declaración tras encontrase el pequeño sin vida tuvo una actitud muy tranquila e incluso fría.
También ha explicado que dio tres versiones diferentes de dónde estaba el menor, pero cuando comprobaba que se desmontaba daba otra diferente.
El fiscal pide que sea condenado a veinte años de prisión por un delito de asesinato, mientras que su defensa ha alegado que huyó de la zona y no socorrió al menor "impulsado por un miedo insuperable".