Moratinos viajará el martes desde Madrid a Jerez en avión, para trasladarse después a la sede de la institución comarcal, para reunirse con su presidenta, Isabel Beneroso; el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo, y el presidente de la Diputación de Cádiz, Francisco González Cabaña aunque, según adelantó este diario, éste último representante podría ser sustituido por una persona de su departamento.
Por otra parte, como adelantó este diario, el consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, quien estará acompañado por el subdelegado del Gobierno de la Junta en el Campo de Gibraltar, Rafael España, formará parte de la delegación. Después, Pizarro acompañará al ministro en representación del Gobierno andaluz en el encuentro con el ministro de Exteriores británico, David Milliband, y el ministro principal de la colonia, Peter Caruana.
El encuentro de Moratinos con los delegados de la comarca tiene como objetivo mostrar la “sensibilidad” del Gobierno hacia los problemas de la zona, antes de su histórica visita a la colonia, la primera de un ministro español en los 300 años de litigio.
También están convocados los alcaldes de la comarca, que engloba los municipios de Algeciras, La Línea de la Concepción, Los Barrios, San Roque, Tarifa, Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera.
Los alcaldes de La Línea, Juan Carlos Juárez, y de San Roque, Fernando Palma, son del PP, partido que ha pedido que se suspenda la visita de Moratinos a Gibraltar hasta que no cesen “las amenazas y las agresiones dialécticas” de las autoridades del Peñón.
La lista de asistentes sólo incluye cargos institucionales, por lo que no habrá representante de partidos políticos, según las fuentes.
Una vez celebrado el encuentro con los representantes de la comarca, Moratinos se dirigirá a Gibraltar y cruzará la Verja en coche, evitando así llegar en avión a la colonia.
El aeropuerto de Gibraltar ha sido uno de los principales puntos del contencioso entre España y el Reino Unido debido a que está situado en el istmo, la franja que une a la colonia con la península.
PSOE
Por su parte, el PSOE volvió a pedir ayer al PP que sea leal con el Gobierno en la defensa de los intereses de España y que no utilice la cuestión de Gibraltar para tratar de “debilitar” al Ejecutivo en asuntos de Estado.
La secretaria de Política Internacional y Cooperación, Elena Valenciano, insistió en que en la visita que el ministro de Exteriores realizará el martes al Peñón “no está en cuestión ninguna soberanía” y que el objetivo del viaje es “mejorar la vida” de los vecinos de Gibraltar y defender los intereses de los trabajadores que diariamente cruzan la frontera. También, explicó que el ministro quiere abordar la mejora de las comunicaciones y “poner freno” al problema medioambiental que suponen los vertidos de residuos al mar.
La visita a Gibraltar del Moratinos es el colofón a la política de cooperación y diálogo entablada en los últimos cinco años con la colonia y el Reino Unido en los que la discusión sobre la soberanía ha quedado a un lado.
La llegada del PSOE al poder abrió una nueva página en las relaciones con Gibraltar y el Gobierno británico, después de dos años de inacción que sucedieron a las últimas negociaciones sobre soberanía que se desarrollaron en 2002.
En aquel entonces, el ex ministro de Exteriores del PP Josep Piqué estuvo a punto de cerrar un acuerdo con el Reino Unido para que España compartiera la soberanía del Peñón, en litigio desde la ocupación británica en 1704 y la cesión definitiva por el Tratado de Utrecht (1713).
Desvanecido este posible pacto, la política hacia la colonia en el último lustro ha estado marcada por el Foro de Diálogo, creado en diciembre de 2004 para impulsar la cooperación y consensuar medidas en favor de la población del Peñón y de la comarca del Campo de Gibraltar.
En esta mesa de debate, España, Reino Unido y Gibraltar gozan de igualdad de condiciones, aunque con la salvaguarda de que la colonia es un territorio de la Corona británica sin estatus de estado independiente. La primera reunión ministerial fue en Córdoba en septiembre de 2006 y se saldó con un resultado calificado de "histórico" por los acuerdos sobre el uso del aeropuerto del Peñón, el pago de pensiones a españoles empleados en Gibraltar, la mejora del tránsito de la verja y la modernización de las telecomunicaciones.
La segunda reunión se celebró en Londres el 2 de julio de 2008 y las tres partes acordaron incrementar la colaboración en medio ambiente y tráfico marítimo, servicios financieros, lucha contra la criminalidad, política de servicios financieros, bilingüismo, cooperación judicial, aduanera y policial y cuestiones relacionas con los visados. Sobre estas materias, se firmarán el próximo martes otra tanda de acuerdos coincidiendo con la presencia en la colonia del primer ministro español de Exteriores.
El período de colaboración y diálogo no ha estado exento de desavenencias en áreas como la cooperación marítima en materia policial y medioambiental por el pleito sobre las aguas territoriales que España niega al Peñón. Accidentes como el del buque chatarrero New Flame en 2007 o conflictos de competencias entre patrulleras de la Guardia Civil y guardacostas gibraltareños han dado pie a desencuentros que se pretenden solventar, dejando abierta la dispota sobre el espacio marítimo.
Oposición gibraltareña
La oposición gibraltareña cataloga de "inaceptable" que Moratinos visite Gibraltar sin que se haya alcanzado una resolución en la última disputa relacionada con la designación de “nuestras aguas territoriales”.
Esto “difiere de la impresión ofrecida por Peter Caruana” a principios de la pasada semana. "Ahora es Caruana quien ha cambiado sus reglas del juego, cediendo en las negociaciones para facilitar la visita de Moratinos”.
El hecho es “que España ya ha ganado políticamente con este tema y continúa haciéndolo” y dicen que “las aguas están listadas como españolas en una directiva de UE y tanto la marina como la Guardia Civil actúan como si nuestras aguas les pertenecieran”, añaden.
Creen que el hecho de que se haya establecido una acción legal, no altera la actual situación, ni el contexto en el que esta visita tendrá lugar.
Por ello, la visita de Moratinos supondrá ofrecerle una plataforma desde la que "restregarnos por nuestras narices la agresiva usurpación de nuestras aguas”.
Estiman que la única forma de neutralizar el tema de las aguas es que España “retire su designación de LIC en la UE y que acaben las incursiones marítimas”.
"Caruana puede seguir con las conversaciones o concluirlas, o invitar al Moratinos o no, pero no manipular los sentimientos y emociones de los gibraltareños”.