“Estoy muy contento de estar en Georgia. Vuestra revolución tiene el respaldo en todo el mundo”, dijo Biden al comenzar la reunión con el presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, cuyo inicio fue mostrado en directo por las cadenas locales de televisión.
El vicepresidente norteamericano agregó: “Estados Unidos siempre ha estado con Georgia y ahora estamos dispuestos a prestarle asistencia, por eso estamos aquí”.
“Estamos preparados para asistirles en asuntos de seguridad, la economía, el desarrollo de la democracia. Creemos en vuestro futuro”, dijo.
La visita del número dos de la Casa Blanca era esperada con ansiedad por las autoridades georgianas, deseosas de oír nuevamente y de primera mano que el anunciado “reinicio” de las relaciones entre EEUU y Rusia no se haría al precio de dejar a Moscú campar a sus anchas en el espacio postsoviético.
Saakashvili expresó su gratitud por el apoyo de Estados Unidos y dijo que el futuro de Georgia se basa en la cooperación con Washington.
Por su parte, Rusia está profundamente preocupada por el rearme de Georgia y tiene el propósito de impedirlo, afirmó ayer el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Grigori Karasin.
“Nos preocupa profundamente la actividad del Gobierno georgiano que apunta al rearme del país”, dijo Karasin en una entrevista con la agencia oficial rusa Itar-Tass.
El viceministro de Exteriores expresó que es “sorprendente” que esta política sea recibida “con tranquilidad e incluso de manera positiva” en algunos países.