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CinemaScope

‘¡Lumiére! Comienza la aventura’: 108 veces 50 segundos

108 piezas de arte de 50 segundos de duración que nos muestran una época, unos modos, unos usos y costumbres...

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108 películas de 50 segundos de duración, restauradas y rescatadas como patrimonio fílmico de la humanidad, que fueron rodadas entre 1897 y 1905 por los inventores, o co-inventores, del cinematógrafo, los hermanos Lumiére. 108 películas de 50 segundos de duración,  agrupadas en los 11 epígrafes en los que está dividido este extraordinario documental y con temáticas dedicadas a juegos infantiles, a Lyon, a Marsella, a París, a Londres, a El Cairo, a Oriente, a la Francia trabajadora y a la que se divierte, entre un largo etcétera.

Y entre las que están, por supuesto, la emblemática salida de la Fábrica propiedad de la familia, con su remake y todo. Como lo leen… 108 piezas de arte de 50 segundos de duración que nos muestran una época, unos modos, unos usos y costumbres, unos monumentos, unos medios de transporte, unos barcos, unos trenes, unas ciudades y unas personas de todas las edades, clases y profesiones.

108 historias de 50 segundos de duración capturadas por la mirada de unos maestros pioneros, y sus excelentes fotógrafos, que sabían situar la cámara en el momento y en el lugar precisos, con el encuadre y la composición justas, revelando.. ¡¡¡ incluso entonces!!! el fuera de campo, su profundidad, las acciones simultáneas, el dramatismo y la comicidad. Lo ridículo y lo sublime, lo tierno y lo grotesco. lo divertido y lo dramático de esos únicos y preciosos momentos de vida.

90 minutos de metraje. La realiza , firma su guión y comenta muy bien -en un tono didáctico sin pedantería, inteligente, sabio y lleno de sentido del humor- el responsable del Festival de Cannes, del Instituto Lumiére de Lyon y presidente de la Asociación Hermanos Lumiére,  Thierry Frémaux, cosecha del 60. La música de Camille Saint-Saëns subraya maravillosamente las imágenes.

Está dedicada a los lumieristas, uno de los cuales, muy célebre, aparece en los títulos de crédito que no hay que obviar. Y, por ende, a todos los amantes del cine. Un homenaje, una declaración de amor al llamado Séptimo Arte y a quienes lo hicieron posible que nadie, en su sano juicio, debería perderse.

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