Agentes de la Guardia Civil de Cazalla de la Sierra (Sevilla) han detenido a cinco cazadores furtivos que fueron sorprendidos cuando acababan de matar un venado en una finca particular de El Pedroso y trasladaban la cabeza cercenada del mismo, valorado en 12.000 euros, por lo que se les atribuye un supuesto delito contra la flora y fauna bajo el concepto de la práctica de la caza sin autorización del titular o propietario de la finca donde se realiza.
En un comunicado, la Benemérita ha informado de que los hechos sucedieron cuando una patrulla de la Guardia Civil de Cazalla de la Sierra realizaba un servicio para la seguridad ciudadana y recibió un aviso sobre la existencia de cazadores furtivos en una finca particular situada en el término municipal de El Pedroso.
Los agentes se pusieron en contacto con el guarda rural y se dirigieron al lugar por donde éste sospechaba que circulaba el vehículo todo terreno implicado en la presunta caza furtiva, de forma que la Guardia Civil salió al encuentro y consiguió cortar el paso a este coche.
Una vez identificados los ocupantes y registrado el vehículo, los agentes observaron que dos de ellos llevaban las manos manchadas de sangre, mientras que en el interior del vehículo existía una cabeza de ciervo cercenada del cuerpo del animal, dos cuernos de desmogue de grandes dimensiones, y mochilas con telas, fundas, máscaras y todo tipo de ropa y sombreros de camuflaje.
En las mochilas, los agentes intervinieron efectos como los que se suelen usar en la práctica de caza furtiva, tales como prismáticos, hachas, navajas, destornilladores, alicates, navajas, telémetros, o linternas, además de munición del calibre 308, dos rifles desmontados acompañados de su guía y miras telescópicas, un silenciador, bastones y soportes.
Los agentes también localizaron tres vainas percutidas, las cuales presumiblemente se usaron para dar muerte al animal.
Entrevistados con los ocupantes del vehículo, cuatro de ellos reconocieron haber participado en dar muerte al venado usando el silenciador, si bien al conductor del todo terreno le pagaron para que los trasladase a la finca y los recogiese a una hora convenida.