El Ayuntamiento recaudó 69.000 euros en concepto de multas de tráfico a lo largo del pasado ejercicio, lo que supone un tremendo jarro de agua fría si se tiene en cuenta que la previsión que se había hecho constar en los presupuestos de 2017 pasaban por ingresar casi 3,1 millones de euros en este concepto.
El importe total de esos derechos reconocidos por las multas de tráfico es anormalmente bajo si se tiene en cuenta que en el ejercicio 2015 la recaudación rondó los 3,1 millones de euros. Eso significa que cuando se elaboraron los presupuestos de 2017 se hizo una estimación bastante conservadora que venía a reproducir en la práctica la cantidad recaudada el año anterior.
En los ejercicios 2014 y 2015 la recaudación por esas sanciones de tráfico había ascendido a 2.004.689 y 1.514.250 euros, respectivamente, unas cifras que vienen a demostrar que cuando se elaboró el presupuesto de 2017 no se hizo una previsión desorbitada de los ingresos por este concepto.
El último ejercicio en el que no se cumplió la previsión de ingresos fue 2015, aunque el desfase total apenas superó el medio millón de euros. En el resto de los casos, las previsiones y los ingresos han corrido más o menos parejas.
El Gobierno local no ha entrado a analizar las causas que motivan ese brusco descenso en la cantidad recaudada por las multas de tráfico. Por su parte, fuentes de la Policía Local -que es el cuerpo del que dependen en buena medida estos ingresos- han expresado su sorpresa por estos datos, que no conocían.
Los efectos del desfase
Este importante desfase presupuestario no implica una merma en los ingresos efectivos del Ayuntamiento, toda vez que es la Diputación Provincial quien asume la recaudación de las multas en base a los convenios que vinculan a ambas administraciones.
Esos acuerdos contemplan que el Consistorio vaya saldando su deuda con la institución provincial gracias precisamente a este tipo de ingresos. En todo caso, el problema para el Ayuntamiento es que va a tardar más tiempo en saldar su deuda con la Diputación Provincial.
La merma en la recaudación por este concepto sí terminará afectando a las relaciones con el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, ya que en futuros ejercicios será más difícil convencerle de que los ingresos por multas de tráfico van a volver a los parámetros que venían siendo habituales. Eso puede afectar a las partidas de gastos, que el Ministerio de Hacienda exige que se ajusten a los ingresos.
