El Colegio de Aparejadores ha celebrado junto con el de Administradores de Fincas, una jornada conjunta sobre la introducción a la metodología BIM, un lenguaje universal en el campo de la construcción, que implica a todos los sectores productivos de la misma. Se trata de una metodología de trabajo que busca la gestión integrada de los proyectos, aportando una mejora en la calidad y el fomento del trabajo colaborativo.
Los presidentes de ambos colectivos expresaron que BIM moderniza y profesionaliza el proceso constructivo así como la posterior gestión de los inmuebles bajo un lenguaje universal.
¿Qué es BIM?
BIM es, ante todo, un lenguaje universal en el campo de la construcción, que implica a todos los sectores productivos de la misma. Se trata de una metodología de trabajo que busca la gestión integrada del proyecto, una mejora en la calidad y el fomento del trabajo colaborativo, que consigue la internacionalización de un mismo proyecto común compartido a través de plataformas digitales.
BIM, a través de la realidad virtual o de la realidad aumentada y otras técnicas como el modelado, proporciona mucha más información para conocer la realidad de la obra, acorta los plazos de ejecución, reajusta los costes y se acerca más a la realidad final del proyecto.
Es sin duda Para el presidente de los Aparejadores de Sevilla, Javier Gómez Ramallo, la relevancia de celebrar esta jornada conjuntamente con Emvisesa y los Administradores de Fincas radica en que “de las aportaciones más importantes con las que BIM moderniza y profesionaliza el proceso constructivo así como la posterior gestión de los inmuebles es la integración en un entorno de trabajo común, bajo un lenguaje universal, de todos los agentes involucrados en lo que llamamos el ciclo de vida de la construcción desde su concepción. Todas las personas y compañías que forman parte del sector de la construcción y la edificación estamos obligados a impregnarnos del método de trabajo que aporta BIM. Nadie quedará fuera del proceso BIM”.
BIM es la solución para hacer un edificio más eficiente, y garantizar a sus usuarios y gestores el mantenimiento eficaz. La aprobación de la Directiva de 26 de febrero de 2014 marcó un punto de inflexión en el sector impulsando a Europa hacia un marco de contratación más transparente, más abierto a la participación de las pequeñas y medianas empresas, y más eficiente y productivo, con la introducción de mecanismos para garantizar la calidad de las obras construidas y no tanto para ahorrar dinero en la licitación “subasta”.
