La icónica Gran Mancha Roja de Júpiter representa probablemente la cima de un sistema dinámico con una circulación mucho más profunda en el planeta más grande del Sistema Solar.
Científicos dirigidos por Agustín Sánchez-Lavegqa, de la Universidad del País Vasco, han utilizado el detalle sin precedentes de las observaciones de la misión Juno de la NASA para examinar las diversas morfologías de la nube dentro de la Gran Mancha Roja de Júpiter.
Gracias a las imágenes tomadas con la cámara de luz visible Junocam, Sánchez-Lavega y sus colaboradores han identificado hasta cinco morfologías particulares dentro de las nubes de la Gran Mancha Roja, informa la American Astronomical Society en un comunicado.
Por un lado, han localizado cúmulos de nubes compactas: se aprecian varios grupos de nubes compactas que se parecen a las nubes de altocúmulos observadas en la Tierra y que pueden sugerir condensación de amoníaco.
En segundo término, refieren ondas de mesoescala, es decir, trenes interferentes de paquetes de ondas que indican condiciones estables en esta región.
También han apreciado vórtices en espiral; en concreto, un gran remolino de unos 500 kilómetros de radio, que sugiere una región de intensa cizalladura horizontal del viento.
En cuarto lugar, han definido un núcleo central turbulento: el núcleo rojo de la Gran Mancha Roja abarca unos 5.200 km de longitud (que es aproximadamente el 40% del diámetro de la Tierra) y alrededor de 3.150 kilómetros de ancho.
Finalmente, han localizado grandes filamentos finos ondulantes en tono gris oscuro de entre 2.000-7.000 kilómetros de longitudque circulan a altas velocidades alrededor del borde exterior del vórtice. Estos pueden ser aerosoles más oscuros o representan áreas con diferentes altitudes.
Las mediciones del equipo del campo de viento en general en la Gran Mancha Roja demuestran que aunque ésta puede estar disminuyendo drásticamente, su campo de viento ha mostrado pocos cambios en 40 años de observación. "La rica variedad de morfologías que estamos viendo representa probablemente la cima de un sistema dinámico con una circulación mucho más profunda", concluyen.
La Gran Mancha Roja de Júpiter ha sido observada continuamente durante casi dos siglos. Aunque este vórtice atmosférico es el más grande y más longevo de cualquier planeta de nuestro sistema solar, las observaciones sugieren que la Gran Mancha Roja se está reduciendo gradualmente: el eje principal de la elipse era de unos 21 grados de longitud hace 40 años, y solo unos 14 en los últimos años. Algunos estudios sugieren que la Gran Mancha Roja puede incluso desaparecer en los próximos 20 años.