La Audiencia Provincial de Almería ha celebrado el juicio contra E.C.C., de 38 años, acusado de un delito de coacciones y otro de elaboración de material pornográfico después de que supuestamente amenazara a una menor a través de mensajes de Whatsapp para que le remitiera más fotos íntimas una vez que le había enviado una imagen tras haber conseguido su número de teléfono a través de un grupo escolar.
La Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de nueve años y ocho meses de prisión durante la vista oral en la que el acusado ha reconocido mantener conversaciones con la menor aunque ha negado conocer su edad pese a que durante las conversaciones ella habría revelado tener 12 años en varias ocasiones. Ante este extremo, el acusado ha afirmado que su teléfono "estaba roto" y se "borraban" sus conversaciones, si bien era capaz de seguir el diálogo porque "reiniciaba" el terminal, según la versión que ha ofrecido a preguntas de la Fiscalía.
Igualmente, ha negado que él solicitara a través de la red imágenes de contenido erótico a la menor en reiteradas veces y ha asegurado que él no vio "ninguna" de esas fotos. "Dejé de tener conversaciones con ella cuando me llamó su madre", ha indicado antes de dar por incierto que contactara directamente con ella después de que la niña abandonara el grupo de Whatsapp escolar al que pertenecía con otros amigos.
Durante el acto, en el que se ha rechazado el reconocimiento médico forense solicitado durante las cuestiones previas por su defensa, quien ha alegado la conducta "infantiloide" de su patrocinado, el acusado ha indicado a preguntas de la misma que "un amigo del barrio" le ayudaba a mantener las conversaciones dada su escasa visión y a su bajo nivel de lectura y escritura, según ha apuntado.
Por su parte, el agente de la Guardia Civil que se encargó de la investigación se ha ratificado en su atestado y ha asegurado que el encausado reconoció los hechos después de que fuera citado en dependencias policiales una vez identificado gracias a la denuncia que interpuso la madre de la menor, alertada porque su hija se pasaba el día con el móvil, según ha explicado la víctima en su declaración.
La menor ha ratificado los términos de la denuncia y ha explicado que pasó "mucho miedo" por si el acusado le hacía "algo malo", ya que "no sabía qué hacer" para poner fin a la situación a pesar de que ya lo había bloqueado en su terminal. La joven, que mantuvo durante más de un mes la conversación con el supuesto acosador, se ha mantenido firme en su declaración protegida por un biombo.
Fue durante la primera quincena de julio de 2014 cuando el acusado le habría insistido para que le remitiera fotografías íntimas "con ánimo libidinoso", según consta en el escrito de la Fiscalía, consultado por Europa Press, en el que consta que tras el envío de una imagen, le habría pedido más a lo que la menor se negó.
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público y ante el rechazo a remitirle nuevas instantáneas, el hombre le habría amenazado con encontrarla y matarla, lo que creó "desasosiego" y "angustia" en la menor, quien se vio forzada a mandarle más fotografías ante el temor de que "le arruinara la vida" y se viera "obligada a ser su novia".
Además de las penas privativas de libertad, la Fiscalía interesa que el acusado indemnice a la menor con 6.000 euros por los daños morales causados y que durante diez años acuda a un programa formativo de educación sexual. El juicio ha quedado visto para sentencia.