David Fernández Galindo, el Gali, un chico de 14 años, se viste de corto este domingo para protagonizar el festival benéfico que organiza Miguel Ramos, Miguelete, para la campaña Navidad con Amor de Radio de Algeciras, y que contará con la presencia de Pepe Luis Vázquez.
Empezó a los cinco años, allá por 2004, aunque en 2016 tuvo un paréntesis de varios
meses. Fue a raíz de los revolcones que le dio la primera vaca que toreó. Se puede explicar de muchas maneras, aunque el Gali lo resume de forma clara: “Me rajé. Estuve varios meses en casa pensando porque me dio mucho miedo aquello, hasta que lo tuve claro y llamé a Miguelete y le dije quería volver y desde entonces he seguido con esto”.
Curiosamente, la ambición por torear no le viene de familia. Ninguno de sus familiares ha pisado un ruedo. “En mi familia por parte de madre sí son muy aficionados y desde siempre hemos ido a la feria de Algeciras. Mi madre me cuenta que desde que gateaba abría el cajón de los trapos de cocina, cogía uno y me ponía a torear”, recuerda. Pese a todo, admite, “me dan muchos ánimos para que siga adelante con mi carrera”.
“Miguelete siempre me ha tratado muy bien. Lo quiero mucho y él a mi también. Es muy amigo de mi abuelo y cuando me vio toreando de salón en una oficina me ofreció entrenarme y enseñarme a torear”, narra el joven. A raíz de aquello se formó en torno a el Gali la asociación de aficionados prácticos que dirige Miguelete y en la que el resto son ya adultos aficionados a quienes les gusta torear de salón y que ya son casi una veintena, si bien el Gali indica que “soy el único niño y el único que quiere ser torero”.
Ya con seis años se puso delante de una becerra. Después del festival del día 13 empezará a matar añojos en becerradas antes de debutar sin caballos, dentro de una carrera que ya toma impulso.
“Yo me defino como un torero de arte, pero eso quien lo tiene que decidir es el público. El estilo de Morante, Manzanares, Curro Romero, Paula...”, explica.
