No estoy hablando -ni voy a hablar- del Martes Santo, aunque también en ese asunto hay formado un lío (o han formado un lío, quién sabe) que va a llenar muchas páginas locales de los periódicos. De aquí a la Semana Santa queda mucha tela que cortar y muchas situaciones, que en algún caso pueden ser muy desagradables aunque se vean desde la distancia.
No, no les hablo de eso. Hablo de otro lío más grande que hay formado, por culpa de este presidente del Gobierno que no sale de una situación incómoda cuando se mete en otra que puede ser peor. O lo mete su vicepresidenta con las intervenciones ante los medios de comunicación. En estos días en los que el proceso a los golpistas catalanes ha comenzado, están abiertos otros frentes, de entre ellos el más grave es la no aprobación de los presupuestos generales y la consiguiente y necesaria convocatoria de elecciones generales, algo que ya se empieza, cada vez más, a vislumbrar en el futuro y horizonte muy cercano.
Que el presidente Sánchez utilice un avión para desplazamientos en ocasiones privados no es todo. Que utilice las “encuestas oficiales” del Centro de Investigaciones Sociológicas a su antojo también está metido en este saco. Que saque a relucir nuevamente la figura de Franco y su exhumación del Valle de los Caídos, entiendo que es una maniobra de distracción. Que se utilice a la Agencia Efe para filtrar su propósito de elecciones generales el próximo 14 de abril (ojo a la fecha) no deja de ser un pulso a los separatistas de cara a lo que ha pasado luego, el rechazo a los presupuestos. Toda esta amalgama de asuntos hace que España esté sumida en un horroroso lío, en el que como siempre la que sale peor parada es la economía, que pone el freno para verlas venir.
Si las encuestas le dan, señor Presidente, los apoyos que dicen, no tenga miedo de convocar las elecciones generales lo más pronto que pueda. Yo no lo dudaría. No quiera mantenerse en la Moncloa a fuerza de pactos y concesiones imposibles que los propios barones de su partido no admiten. Ya ha visto lo que ha pasado en Andalucía, que sus políticas han sido un lastre para la hegemonía de los socialistas en esta región.
Aclárese, señor presidente. No le digo que se vaya, aunque ganas no me faltan. Le digo que se aclare y que nos aclare a todos el panorama que tenemos por delante. No amague más y procure dejar de lado las rectificaciones día sí y día también. Y si es necesario, busque a un relator que nos lo cuente, que parece que eso está muy de moda.
